1501 ¿Irías al cine a ver la película de tu vida?

Hoy es lunes 13 de mayo de 2024 estamos en el episodio 1501 y te invito a responder esta simple y profunda pregunta ¿irías al cine a ver la película de tu vida?

Bienvenid@s a otro episodio.

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Transcripción del episodio.

Transcripción del episodio:
Esta transcripción ha sido realizada de forma automática utilizando Whisper de Open Ai. Luego separando en párrafos con Chat GPT.
Es importante mencionar que podrías encontrar errores de ortografía, puntuación o gramática.

¿Irías al cine a ver la película de tu vida?

¿Irías al cine a ver la película de tu vida? Parece una pregunta medio tonta o que no tiene sentido, pero si la analizás es bastante profunda.

No la inventé yo, esta pregunta al extraje de un libro del que no recuerdo, no sé si es un libro de Show Dispensa o de Luis Hobbes, creo que es de Luis Hobbes, uno de esos libros que tienen que ver con desarrollo personal y desarrollo profesional y me gustó el concepto porque qué es lo que tienen las películas, qué es lo que tiene el cine, lo que tiene es que te cuenta historias, historias con las que uno conecta y te permiten emocionarte, te permiten reír, llorar, divertirte, no sé, tener miedo.

Hacé de tu vida una buena película.

Las buenas películas tienen mucho componente y hay mucho de storytelling, hay mucho de guiones que buscan precisamente despertar en las personas emociones.

Las buenas películas generan impacto, puede ser que te rías o puede ser que llores o puede ser que no sé, te agarre una atención enorme porque es una película de acción y hay una persecución en autos, no sé qué, bueno, mil temas que no voy a abarcarlos porque no es un podcast de películas, pero las buenas historias tienen eso, incluso las películas pocho-cleras que voy a decir, bueno, es una película que el argumento es medio tonto, pero está también construida, tiene efectos visuales, el sonido es tremendo, bueno, no sé, pase un buen rato, lo mismo ocurre con las series.

Pensá tu vida como una película.

Entonces, ¿por qué esto de la película de tu vida?

Me pareció un concepto tan sencillo de explicar y es una forma de decir, tu vida vale la pena, irías a ver al cine tu vida, pensé en vos, fíjate lo que haces en un día, a qué hora te levantas, qué es lo primero que haces, lo segundo, si vas a trabajar, si te pones a estudiar, si haces deportes, si tenés relaciones, qué ocurre con esas relaciones, si permanecés en el mismo lugar físico o te trasladas al trabajo o te vas al gimnasio o salís a caminar por el barrio o por una plaza, por la playa, qué es lo que comes, lees, haces alguna actividad, te capacitas, además de escuchar este podcast, por supuesto, qué es lo que estás haciendo, imagínate que en vez de ser vos quien está viviendo esa vida, salís por un rato y esa vida es proyectada en una pantalla de cine y la vez de punta a punta, un día de tu vida.

¿Vale la pena mirar un día de tu vida?

La pregunta es, ¿valió la pena mirar esas 24 horas? ¿Tiene emoción esa película? ¿Tiene un buen gancho? ¿Tiene un buen guión? ¿Pasan cosas? O simplemente es absolutamente un sin sentido, algo aburrido, algo en lo que desperdiciaste tu tiempo.

¿Te estás dando cuenta entonces la potencia de esta idea que en principio parece muy sencilla?, es ver tu vida o la actividad de un día, de una semana, de un mes o de un año, lo que vos quieras o de una hora de tu vida, pensarla como si fuera una película, decir, pucha, ¿tiene emoción? ¿Tiene risas? ¿Vale la pena o estoy perdiendo el tiempo mirando esta mierda? Bueno, esta es la idea.

Un enfoque para mejorar lo que no te gusta.

¿Por qué? Porque te puede servir para cambiar, para mejorar aquello que debes mejorar, todos tenemos algo que mejorar. La mayoría de nosotros no estamos al 100% felices con nuestra existencia, aunque estemos agradecidos, aunque nos vaya bien, aunque podamos hacer un listado de cosas que realmente están buenas, pero siempre hay algo que mejorar.

Y esta es una buena forma de encararlo. En vez de encararlo con todo el peso de, uy, mi vida, no sé qué, no sé cuánto, la verdad, no sé qué estoy haciendo, no, no, ponete, por decirlo de un modo, cómo a jugar. Y decir, bueno, voy a hacer de cuenta que es una película.

Cierro los ojos y trato de recordar lo que hice en las últimas 24 horas o en la última semana. ¿Valió la pena? Todo está bueno. Hay cosas que no me gustan, que podrían ser distintas. Entonces ahí vamos a la tarea para el hogar. Es decir, bueno, en vez de poner sobre mí el peso de que tengo que cambiar, adquirir nuevos hábitos, tomarlo como si fuera un juego.

Decir, bueno, voy a hacer de cuenta que soy un guionista, que soy el director, el productor, que soy todos los roles necesarios para hacer una excelente película. Y esa película me va a tener a mí de protagonista. Y esa película va a tener escenarios, locaciones, va a tener distintos giros argumentales, va a tener otros coprotagonistas o actores y actrices secundarias. Entonces, en vez de quedarte en la situación, iba a decir cómoda, pero no, tal vez no cómoda.

Escribí el guion de tu propia vida.

En la inercia de que todo ocurra como viene ocurriendo día tras día, decir, bueno, no, mañana voy a hacer de cuenta que estoy en una película. Pero esa película no va a ser algo aleatorio que ocurre porque sí. No, voy a diseñarla, me voy a sentar, voy a ser el guion.

Entonces voy a decir, a la mañana me voy a despertar a tal hora. Lo segundo que voy a hacer va a ser esto. ¿Dónde está la gracia? La gracia está en desafiarte. La gracia está en decir, bueno, todos mis días son así. Lo que no me gusta es que estoy demasiado tiempo en mi casa. Por ejemplo, yo después de la pandemia, previo a la pandemia, hacía muchas cosas.

Después es como que me achanché y he pasado semanas enteras adentro de mi casa. Pero en serio, como trabajo en mi casa, no hacía nada más que estar en mi casa trabajando, haciendo el podcast, no sé qué. No asomaba la nariz para nada. Y obviamente esto no es del todo positivo. No está bueno. Esto explica también ese burnout que te comenté en algún episodio.

Entonces, si fuera mi caso, que no lo es porque yo hago otras actividades, hoy estoy y lo que tengo que estar para trabajar en mi casa y bueno, para vivir porque aquí vivo, pero también hago otras actividades. Pero si fuera el caso, yo diría, bueno, mañana va a ser una película en la que me voy a levantar y en vez de quedarme o sentarme enseguida a trabajar, voy a irme a andar en bicicleta por la costa, algo que ahora hago, por ejemplo. Y luego a la tarde, tipo cinco, voy a agarrar el auto y me voy a ir acá a la avenida donde están todos los negocios, que en mi caso se llama Constitución, y me voy a sentar a tomar un café y a ver la gente pasar. O voy a llamar un amigo o una amiga para encontrarnos.

Cambiar tus rutinas de una forma más divertida.

Entonces, sin querer, medio en juego, medio en serio, estarías cambiando un poquito tus rutinas. Y además de ser interesante, de ser divertido, puede tener consecuencias positivas muy profundas, porque es como que te va a sacar del automatismo, de ser una persona que simplemente hace las cosas todos los días de la misma manera.

Lógico, vos dirás, bueno, resulta que yo tengo mis obligaciones, mi trabajo, la familia, estamos de acuerdo. Cada cual tendrá que partir del contexto que tiene. Pero hay cosas que se pueden modificar. Vos podés dejar de mirar una hora de series y en esa hora caminar aunque sea la vuelta manzana a tu casa. Vos podés dejar de mirar TikTok y ponerte a aprender a cocinar, algo que quizás querías hacer desde hace mucho tiempo y no lo haces. Te doy ejemplos, que se me ocurren ahora, pero hay miles de ejemplos.

Entonces, esa es la propuesta. Que te sientes, cierres los ojos, digas, bueno, voy a ver una película. ¿Qué película? La de mi vida, la de todo lo que hice ayer o toda esta semana o todo este mes. Para ver si está buena. Voy a notar las cosas que cambiaría y voy a escribir el guión de lo que va a ser una mejor película mucho más exitosa y mucho más conveniente para vivir una vida que realmente valga la pena. Así que eso es lo que te dejo hoy. Espero que haya sido de utilidad para vos. No tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana. Mañana nos volvemos a encontrarte. Espero. Chau, chau.

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