1805 Quiero irme a la mierda de mi laburo ¿Cómo hago?

Hoy es viernes, 11 de julio de 2025, y en este episodio 1805 respondemos al mail de Javier, un pastelero que está quemado, se siente explotado en su trabajo y sueña con emprender. Tiene el talento y las herramientas, pero también las dudas, las responsabilidades y el miedo que paralizan a tantos. Si alguna vez te sentiste con ganas de largar todo pero no sabés por dónde empezar, este episodio es para vos.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Soy Carlos Malfatti, consultor de marketing, y si querés mejorar tu vida mejorando tu negocio gracias al marketing, contactame en https://carlosmalfatti.com.

🎵 Música: «Golden Sunrise (Instrumental)» de Josh Woodward. Descarga libre y licencia Creative Commons Attribution 4.0 en https://www.joshwoodward.com/song/GoldenSunrise.

¿Sentís que te explotan en el trabajo y querés renunciar, pero las responsabilidades te atan? En este episodio, respondo a un oyente que se quiere ir «a la mierda» de su laburo y te doy la posta: cómo animarte a emprender en pastelería, crear contenido sin miedo a la perfección y, al fin, dar el portazo. ¡Es hora de ponerte en acción y vivir de lo que te apasiona!

¿Te querés ir a la mierda del laburo? No te desanimes.

Hola, ¿cómo va? Hoy es viernes de preguntas y respuestas, y vengo a tocar un tema que le pega a muchísima gente: estar en un laburo donde sentís que te explotan, que no te valoran, que no valoran un carajo tu talento y que, como dice el título, te querés ir a la mierda. A veces ni siquiera eso: yo he estado en buenos trabajos, pero que no me gustaban, donde me trataban muy bien y ganaba lo que había que ganar, y aún así me quería ir a la mierda. ¿Y qué pasa? Cuando te querés ir, pero tenés responsabilidades, la cosa no es tan sencilla. Y eso voy a responder hoy a partir del contacto de un oyente.

Soy Carlos Malfatti y arrancamos un nuevo episodio de Marketing para Gente como Uno. Es viernes 11 de julio de 2025, el episodio es 1805. Vengo a responder preguntas de oyentes. Antes, recordarte que para mejorar tu vida (y tiene que ver con esto), necesitás guita, porque la mayoría de las cosas se resuelven con dinero. Imaginá ingresando la mitad de lo que ingresás, ahora imaginá el doble, ¿qué opción elegirías? Se trata de eso. Cuando tenés un negocio, tenés que ganar más dinero. Pero como hay muchísima competencia y necesitás vender en ese contexto, es necesario que inviertas en marketing, porque no estamos en 1980, que abrías la puerta y vendías porque los clientes entraban solos. Hoy la competencia es infernal.

La historia de Javier: pastelería y frustración.

Hoy tengo un mensaje bastante largo, que suelo resumir, pero este es muy poderoso. Me lo envió Javier. Dice: «Hola Carlos, ¿cómo te va? Me llamo Javier, tengo 37 años. Hace un mes te empecé a seguir y me escuché casi todos tus podcasts mientras laburo. La verdad, te van a internar, loco, porque 1800 episodios en un mes se te van a cruzar los cables».

Sigo: «Laburo en cocina desde los 18 años, y hace más de 15 en pastelería en específico. Laburé más de 11 años en un hotel cinco estrellas de la ciudad. Ahora hace 7 años estoy en un supermercado como único pastelero, haciendo cosas para repartir a cinco supermercados. Es una cadena de aquí de la provincia. La verdad me están matando, yo solo me banco el Día del Padre, Día de la Madre y todas las promociones habidas y por haber. Llego a hacer 120 tortas para esos eventos, más tartas y cosas dulces. Te escribo más que nada para hacer un poco de catarsis. Creo que desde que entré a laburar acá me quiero ir a la mierda. Los dueños son unos garcas explotadores, no valoran una mierda y parece que siempre buscan cagarte. En fin, si me pongo a quejar, no paro con el mensaje».

«Calculo que estarás pensando: ‘Boludo, ¿y por qué te quedás ahí? Tómatelas’. Bueno, tengo mi pareja, dos nenas chicas. Tengo máquinas para emprender en mi casa, pero ya vendí cosas en su momento y se vende. Pero no sé cómo encararlo ahora que tengo más responsabilidades con mis hijas y no tengo mucho tiempo. Me quería hacer un curso de marketing para capacitarme. Sé que me va a servir tanto para laburar de eso como para mi negocio. También, en su momento quería hacer videos para YouTube, pero como hay una banda de gente enseñando cosas parecidas, me desanimé. Y estoy así, con muchas ideas. Pienso que son buenas, pero como todos dicen, y es verdad, las ideas solas no valen una mierda. Te agradezco el tiempo que te tomás en leer mi mail y si me podés recomendar dónde estudiar o qué podría hacer. El GPT me recomienda hacer una diplomatura en la UTN. Pero bueno, vamos a ver cómo seguimos. Te mando un abrazo y gracias por tu tiempo y tus podcasts».

Mi experiencia: arrancar sin saber.

Bueno, Javier, la cosa es así. Primero, no te desanimes, todo se puede cambiar. Te lo dice un tipo que va a cumplir este año 54, que arrancó con más de 40. Que arranqué más por desesperación que por pasión. Luego de una experiencia fallida en radio (no desde lo creativo, que estaba bueno, sino en lo comercial), me vi obligado a decir: «¿Y ahora de qué voy a vivir?». Pensé en hacer una radio online y tener mi programa, vender publicidad. Cuando me enteré lo que cobraban, no lo podía pagar.

Me puse a aprender. Yo hacía muchos años había trabajado en páginas web antes de Flash. Aprendí Joomla, PrestaShop, me encontré con WordPress, con podcasts de marketing y páginas web, y decidí hacer mi propio podcast. Hoy estoy donde estoy gracias a haberme animado a una edad en la que la mayoría «cuelgan los guantes» o se resignan a un «laburito». Imaginá a mi edad, sin estudio universitario, hubiera terminado como sereno en una cochera. Y no es que sea malo, pero no quiero esa vida para mí.

Lo primero: no te desanimes. Cierto es que yo no tengo la responsabilidad de una familia, pues soy soltero. Pero sí tengo responsabilidad sobre mi vida. Me podría haber quedado durmiendo hasta las 12, o eligiendo un «laburito» normal para gente de mi edad que se quedó afuera de todo, y esperar la muerte. Y no lo quise hacer, no me resigno, y le sigo dando para estar cada día mejor. Con mis aciertos y errores. Pero este no es un episodio para hablar de mí, sino de vos. Te transmito mi experiencia para decirte: no bajes los brazos, tené paciencia, todavía tenés tiempo. Siempre tenemos tiempo.

¿Hablaste con tus jefes? Valorate.

Lo segundo: si vos sos quien carga con la responsabilidad de tremenda producción en lo que hacés. Bueno, quizá los tipos sean garcas, no lo sé. Quizá sea como vos decís. No me comentás si alguna vez fuiste a hablar con ellos. Porque, ojo, capaz te llevás una sorpresa. No te digo que de buenas a primeras van a ser Cenicienta o Blancanieves. «Oh, sí, trabajás mucho, Javier. Disculpanos, te vamos a aumentar el sueldo 25 veces y vas a trabajar la mitad del tiempo». No, porque si son garcas, difícilmente lo hagan.

Pero, ¿probaste a hablar con ellos? Aunque no sea por humanidad, por interés. Tenés un empleado que labura un montón, que tiene la responsabilidad de esta producción. Mencionás 120 tortas para eventos. ¿Se van a arriesgar a cambiarte por otro que no saben cómo labura? Llevás 7 años. Independientemente del tema legal del despido, ¿se van a jugar a perder una pieza clave? Consideralo y pensá: «¿Cómo puedo encarar esta conversación para llegar a buen término?». Para equilibrar sus necesidades y lo que ellos quieren con lo que yo también quiero, necesito y valgo. Porque lo que vos hacés vale. Tenés que hacerlo valer.

Esto es al menos para pensarlo. No te digo, y menos garantizo, que vas a ir a hablar y te dirán: «Puta, che, tenés razón, te estamos explotando. A partir de mañana no te vamos a explotar más». Difícilmente ocurra, porque el que es garca es jodido siempre, salvo que le pase algo y reflexione. Pero por lo menos enfrentá y decí: «Che, quiero hablar con ustedes. Esto no me sirve, me voy, porque así no puedo seguir». Tal vez no con esas palabras, pero ¿entendés a lo que me refiero? Poné el tema sobre la mesa para ver qué posibilidades tenés, salvo que ya lo hayas hecho y no sirvió.

Empezá a crear contenido: ¡ahora!

Con respecto a lo demás, si bien el ChatGPT te sugirió una diplomatura, mirá: yo aprendí en YouTube, escuchando podcasts, en redes sociales, leyendo libros. No necesitás una educación formal, menos en marketing y ventas. El ABC es muy sencillo. No pasa un día en este podcast sin que te clave el ABC del marketing. Es: «Hay una persona con un problema, soy quien lo resuelve, y le voy a vender si capto y retengo su atención, y si esa persona percibe que, de todos los posibles solucionadores, yo soy el mejor». Punto, no hay más.

Vos hacés pastelería, hacés tortas. ¿Quiénes serían esas personas o buyer personas a quienes les resolverías el problema? ¿Una mamá con el cumpleaños de los niños? ¿Una pequeña panadería sin elaboración propia? ¿Alguien que se dedica a eventos corporativos y necesita productos de pastelería? ¿Salones de fiesta que tal vez no elaboran y compran en panaderías, y vos podrías hacerles lo mismo con la misma calidad, saltándose al intermediario, y vos ganás más y ellos ahorran? Esto tendrías que ponerte a pensar.

Una vez que tengas claro a quién le solucionarías el problema (que vea la calidad, que vea lo que vendés como un beneficio económico o de otra naturaleza), a partir de ahí elaborarás tu estrategia de marketing para llegar. Hay mucha información. Este podcast es un ejemplo. Si te escuchaste la mayoría de los episodios, algo te habrá quedado claro.

¿Y cómo empiezo? Empezando. No hagas lo que yo hice: grabé 35 episodios del podcast, no me gustó ninguno, los borré y empecé un año después. No hagas lo que yo hice de prometer durante seis años crear contenido para redes y nunca lo hice. Tengo un video probando cámaras de 2020 o antes de la pandemia. Afortunadamente este podcast funciona bien y me sigo manteniendo. Igual ahora voy a empezar con los contenidos, lo mencioné esta semana. Pero di muchísimas vueltas, más de las que hubiera necesitado. Por temor, por el síndrome del impostor, por la perfección. No lo hagas.

Un tipo que desde los 18 años laburás en la cocina, 15 en pastelería, laburaste en un hotel, hace 7 que estás donde estás, ¡prendé la cámara y empezá a contarle a la gente lo que hacés! De última, arreglá con alguien de tu familia: «Mirá, yo hago la torta, me grabo, vos me editás el video, y la torta la vendemos y vamos a medias». O te quedás con toda la ganancia. O sea, contratá a alguien y pagale para que te grabe y edite, y vos le das la torta para que la venda y se cobre de ahí. Doy un ejemplo tonto, pero hay maneras.

No busques la perfección, empezá ya.

Vos no necesitás aprender de lo tuyo, ya sabés. Lo único que necesitás es un teléfono. Que el video puede salir mejor, sí. Que el audio puede salir mejor, sí. Bueno, de a poquito te vas equipando. Yo empecé este podcast con los auriculares del iPhone 6S. Por un tiempo, escuchá los primeros episodios, se escuchan horrible. Hasta que me compré un micrófono, luego otro. Y ahora tengo dos micrófonos, aunque siempre grabo con el mismo. No esperes. Si no te gusta, no lo subas, pero yo te diría que subas.

No sé cómo será en tu laburo, si podés grabarte ahí. Dudo, porque si esa gente es tan jodida, capaz que hasta hay una cámara mirando si trabajás mucho o poco. Pero buscá una alternativa. Bloqueá un poquito de tu tiempo para decir: «Bueno, no lo hago para conseguir clientes. Lo hago para mostrar a la gente cómo elaborar una buena pastelería, cómo hacer una buena torta, cómo son los ingredientes, el proceso, cómo lo hago yo». Y los clientes van a llegar. Y un día vas a poder pegar el portazo y decir: «¿Sabés qué? No los necesito».

Y luego tipos como esos te van a ir a buscar a vos, porque vas a tener una fuerte marca personal y te van a necesitar. Porque tus tortas se van a vender más que las que hacen ellos. Tal cual. Lo tuyo va a tener una marca, tu marca. Y las otras son tortas genéricas de una cadena de supermercados. Todo esto es un camino. Un camino que arranca confiando en que todavía tenés tiempo. En que aunque estés agotado y tus días sean larguísimos, tenés una familia, dos nenas. Usalo de combustible. Eso te va a ayudar a ir dando los pasos necesarios.

Empezá fácil. Prendé el teléfono. Mostrá lo que hacés. Lo demás vas a ir aprendiéndolo sobre la marcha. Aprendé una cosita, aplicá. No tenés tiempo para hacerte una carrera y después ver si funciona. No. Tenés tiempo para prender el celular, ponerte a hacer una torta un domingo a la tarde en tu casa. Hacela con las nenas, por ejemplo. Hacela en familia. Que tu canal sea «Elaboración de pastelería en familia». Punto. Ya está. Diferencial. Ahí tenés. Arrancá de ahí. Y de a poco vas a ver cómo los pedidos van a llegar.

Parálisis por análisis: ¡actuá ahora!

Es una respuesta medio rara. Podría haberte sugerido: «Aprendé acá, seguí el canal de tal, seguí el canal de cual». Y no lo hago, ¿sabés por qué? Porque yo también transité ese camino. Hay tanta información en internet, y cuando empezás a escarbar un poquito, cada vez hay más. Y la sensación que te da es que: «Uy, aprendí esto, pero me falta tanto…». En vez de tener seguridad, estás más inseguro. Y nunca arrancás. ¿Por qué? Porque siempre te faltan cinco para el peso. «Ay, sé esto, pero no sé SEO. Ah, pero no sé videos virales. Ah, pero no sé funnel de venta». No arrancás nunca. Parálisis por análisis. No, flaco.

Prendé el celular. Grabate haciendo tortas. Publicalo. En cualquier lugar, donde sea. No importa. No lo hagas por el dinero. No lo hagas por los clientes. Hacelo. Aunque sea un video por semana si no tenés más tiempo. Hacelo. Los clientes van a llegar. Los pedidos van a llegar. Y si le encontrás un diferencial, como te decía, «Cocinando con las nenas», algo que pueda ser más atractivo para el consumo de la gente, entretenido, listo.

Si tuvieras que aprender algo, aprendé cómo captar la atención de las personas en este 2025. Mirá videos de gente, pero no el truco de «voy a hacerte viral», no algo trucho. Algo de verdad. Alguien que te pueda transmitir. Yo tengo varios episodios hablando de eso: cómo las personas hoy consumen contenido, cómo tenés que captar su atención. Y no estoy hablando de cosas genéricas, como «los cinco ganchos que necesitás». No, estoy hablando de seriedad. Hay mucha gente que enseña muy bien cómo tenés que diseñar tu contenido para que la gente frene el scroll, mire el contenido, se enganche y luego te siga y, eventualmente, te compre.

Pero todo esto es un camino. No lo vas a hacer de un día para el otro. La sugerencia es: ¡prendé ya el teléfono cuando cocines una torta y grabate! Punto. Y contá lo que estás haciendo. Para arrancar. Después mejorarás.

Así que, Javier, espero que esta respuesta haya sido de ayuda para vos. Lo mismo para vos que no me preguntaste, pero esto también es válido si tenés ideas, habilidades o experiencia, y no te has animado. Lo que le acabo de decir a Javier también sirve para vos.

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.