Aprender de los vendehumo

Los vendehúmo del marketing son una plaga, ¡pero hasta de ellos se puede aprender! Te enseño a analizar sus estrategias (las de Llados, Laín y cía.) para sacarles las mañas que SÍ funcionan, pero aplicándolas con ética y para vender valor real en tu negocio.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Del «vendehumo» al «chantapufi»: ¿se puede aprender algo de ellos?.

Hola, ¿cómo va? ¿Te acuerdas que ayer te dije que había mucha estafa en esto del marketing que tenías que tener mucho cuidado? Algunos son puro cuento, me refiero básicamente a lo que denominamos vendehumos, pero hay otros que no, hay otros que tienen verdaderos resultados. Y la verdad es que aunque estén del lado del mal, entre comillas, hay muchas cosas que podríamos aprender. Y hoy te voy a decir cómo sacarle provecho a tu vendehumo favorito.

El espectro de los vendehumos: del mentiroso puro al showman con resultados.

Y vengo a hablar entonces de los vendehumos o como decía mi tía, los chantapufi. Esta gente que están prometiendo un montón de cosas pero tienen altísimo éxito. Ves cada propuesta insólita en internet y no podés creer que esa gente mueva millones de seguidores y mueva millones de dólares o de euros. O por lo menos parezca que lo mueven.

Y es que no se trata de que todo sea mentira. Porque están aquellos que es todo mentira. Ayer te lo mencioné. El tipo que se alquila un auto de alta gama, se alquila un departamento o una quinta. O se va, no sé, paga el viaje en cuotas a Miami. Y te dice que gracias a la nueva profesión que descubrió y que nadie sabe. Que él tiene el método infalible. Puede estar en Miami cuando pagó el viaje en cuotas, reitero. Y te vende cualquier cosa. Porque su negocio es venderte el curso. El curso que supuestamente lo hizo a él pasar de ser un don nadie y no tener para pagar, no sé, la tarjeta para el celular o para el colectivo. A ganar millones o miles de dólares. Comprarse un piso. Vivir en Miami. Tener un auto de alta gama. Y un reloj carísimo. Esto si andás por internet no ha de ser novedad. Porque se ha hecho viral lo de gente muerta de hambre que te viene a contar que le fue muy bien.

Entonces, en primer lugar tenemos al que es francamente un mentiroso. Porque aquello que te muestra no es real. El tipo no tiene ni ese auto, ni vive en esa casa, ni tiene la cantidad de alumnos o de clientes. Simplemente son capturas de pantalla mentirosas, hechas con Canva o con Photoshop. Pero no tiene resultados. Sí, dos por tres puedes llegar a joder a alguien y bueno, más o menos se saca un sueldito.

Pero hay gente que realmente gana dinero. Y está en el límite del vendehumo. Puedo hablar, por ejemplo, de Tony Robbins, de Grant Cardone, de Lain García Calvo. Con el tema de la meditación del dinero. Hacés la meditación del dinero, vas a traer dinero y se te van a acabar todos los problemas. Por eso digo, hay un nivel amateur de gente que vende humo. Y hay otras personas que en algunos casos venden humo. Y en otros casos no. En otros casos parece que venden humo. Yo que soy. Tony Robbins, por ejemplo, es un tipo que ha vendido libros. Es un tipo que te llena estadios. Es un tipo que realmente puede venir y cerrarme la boca y decir Pará, flaco. Lo mío no es humo. Realmente gano fortuna porque lleno un estadio diciéndole a la gente un montón de cosas bonitas que quieren escuchar y que si las hacen les va a ir bien. Y si no las hacen, me importa tres pitos porque en total ya les cobré la entrada. Así que por eso digo, hay de todo.

Más allá de juzgar: ¿qué hacen bien estos personajes para vender tanto?.

Yo lo que me quiero centrar aquí, no en hacer un especie de detector de chantas o un chantatómetro y decir, bueno, a ver quién es más mentiroso que el otro. Lo que vengo a decirte es que hay un montón de esta gente en el lenguaje, o digo, en el mercado de habla hispana o en el mercado inglés o anglosajón, que realmente mueven masas, llenan estadios, venden millones, tienen canales de YouTube con cantidad de seguidores.

Entonces digo, en muchos casos su negocio principal es el show, es pegarle a las debilidades de la gente. Venderles una especie de placebo emocional, una dosis de motivación, algo que los saca de su infierno cotidiano y creen que pagando la entrada para ir a ver ese show, van a resolver todos los problemas de su vida. ¿Por qué? Porque en el mundo hay cantidad, millones, te diría, la mayoría de la gente está hecha mierda. Y entonces compra estas, entre comillas, soluciones en vez de poner trabajo, poner esfuerzo real, enfrentar los problemas que tienen. Es más fácil decir, bueno, le pago a este gurú que me venda, como dicen los gallegos, me venda la moto, me lave la cabeza un ratito, me voy contento porque siento que hice algo por mi vida, y al poco tiempo todo sigue igual.

Y vos dirás, ¿entonces qué? ¿Son todos chantas? No, no necesariamente. Habrá quien no. Pero lo que sí todos tienen algo en común. Son excelentes para vender. Y esto no lo podemos ignorar. Y podemos aprender, si vos tenés algo para vender, sea un servicio, sea un producto, sea un infoproducto, una formación, se puede aprender de estos tipos. Obviamente que se puede aprender. Y después, con lo que vos aprendas de la metodología que ellos utilizan, bueno, decidirás si ir por el camino correcto o no. Yo espero que vayas por el camino correcto. Lo utilices para tu negocio o lo utilices para ayudarle a otros.

Las armas de seducción masiva: atención, curiosidad y comunidad.

Entonces, acá no te estoy diciendo que le compres los cursos. Bueno, hacelo si querés, digo. Cada cual que haga lo que quiera. Pero no es que les estoy haciendo prensa. Ni tampoco que le creas las boludeces tipo la meditación del dinero y la abundancia. Me voy, me concentro, pienso en guita y se me resolvieron todos los problemas. Yo qué sé, si querés probar. Yo no soy de creer en ese tipo de cosas. Pero hay un montón de elementos a destacar que hacen muy bien en términos de marketing y en términos de comunicación. Más allá incluso de su contenido.

Primero, saben generar atención y curiosidad como nadie. Son tipos seguidos por millones de personas. Por ejemplo, Shadows. Un tipo muy cuestionable. Un tipo que ha generado controversia. Un tipo incluso que se ha comido un juicio. Y ahí sigue, vivito y coleando. Y atención, gran parte de su mensaje es altamente positivo. Pero después hay toda una zona oscura. Una zona gris. Gris tirando a negro. Que mamita querida. No sé hasta qué punto es quien dice ser. No sé hasta qué punto cree en quien dice creer. Y toda esta movida que ahora incluso se fue para el lado de lo místico. Se hizo fan de Jesucristo y no sé qué. La verdad, dejame por lo menos el beneficio de la duda. Pero parte de su mensaje es muy positivo. Y no dudo que haya ayudado a mucha gente. Bueno, por eso digo, hay tipos que algunas cosas las hacen bien. Incluso garcando gente. Y hay otros que las hacen bien y no están garcando a nadie. Simplemente saben hacer un negocio de sus conocimientos. O de sus habilidades de comunicación. O de sus habilidades a la hora de entender a la gente y sus problemas.

Por eso te digo, hay mucho que aprender. Saben generar atención y curiosidad como nadie. Insisto, lo siguen millones de personas. O cientos de miles. Construyen comunidades. En algunos casos, a nivel de que casi se convierten en sectas. No digo que tengas una secta detrás de tu negocio. Pero sí que tengas la capacidad de crear comunidades.

El poder de una buena historia y la prueba social (bien usada).

Manejan la narrativa y el storytelling de forma magistral. Suelen decir, yo era nada, un alfeñique. Nadie me daba bolilla. Era un poligrillo, un pelagato, el último orejón del tarro. Y ahora miren dónde estoy. Y ustedes también pueden estar donde estoy yo. No te estoy diciendo que copies exactamente. No te estoy diciendo que salgas a engañar a las personas. Te estoy diciendo que prestes atención a cómo lo hacen. Y que veas cómo lo podés adaptar.

Ejemplo, usan muy bien la prueba social. Testimonios, fotos con famosos, números que te muestran. Que insisto, en algunos casos son reales. Y en otros casos es puro humo. Pero lo cierto es que esto, si vos lo aplicás bien, te puede servir.

Entienden, por ejemplo, gatillos mentales como la escasez, la urgencia, la autoridad, la pertenencia. Te doy un ejemplo de alguien que yo no considero vendehumo. A quien le compré tres libros. Isra Bravo. Ahí tenés un gran ejemplo. Un gran ejemplo del tipo que te cuenta que de joven no le daban bolilla, que le iba mal en la escuela, que tuvo trabajos de mierda. Y que descargaba camiones. Y que un día, pum, gracias a eso empezó a desarrollar la única habilidad. Lo único que sabe hacer y lo hace bien. Y lo hizo millonario. Que es escribir. Que es el copywriting. Está bien, lo hizo perfecto. Y no lo niego. Sus libros son buenísimos, salvo el último que a mí me pareció un tiradero de dinero. El del email marketing. Pero los demás están buenísimos.

Pero, por ejemplo, si vos escuchás una narrativa, te dice, jamás utilicé redes sociales. Bueno, pero estás en cada puto canal de YouTube donde hay alguien que te puede dar prensa, vas. O sea, no creas tus propias redes sociales, pero te subiste a cuanta red social ajena pudiste. Y está bien y es válido. Es una excelente estrategia. Creo que la mejor. No necesitas preocuparte de redes sociales. ¿Por qué? Porque vas a canales de YouTube súper consolidados. A podcasts que tienen millones de visualizaciones y seguidores. Es una estrategia, pero fenomenal. Digna incluso de ser estudiada en profundidad. Y por qué no aplicada. Pero de ahí no se desprende que sea real. El tipo te dice, yo no tengo redes sociales. Bueno, eso está bien. Concretamente no tenés. Pero usaste las redes sociales para llegar a donde estabas. Más un montón de otras cosas. Como por ejemplo, publicidad. En tus comienzos. Por eso te digo, hay mucho para desmenuzar.

En vez de criticar, analizá: la gente con resultados algo está haciendo bien.

Pero lo concreto es que a esta gente le va bien. Entonces, ¿por qué no prestar atención a esta gente? A quien le va bien. Y por lo menos sacar algo que podría ser válido para vos.

Entonces, hoy no tengo tiempo. Hoy simplemente quiero que te quedes con esta idea. En vez de criticar o odiar o decir, puta, esta gente es toda vende humo, no sé qué, no sé cuánto. Pero, fíjate, podrían estar haciendo una o muchas cosas bien. Y a veces no necesariamente están estafando gente. Algunos sí, no los copies, no hagas lo mismo. Pero otros no. Los otros simplemente te cuentan una historia como para acomodar su realidad y hacer que conectes emocionalmente, etcétera, etcétera. Y les termines comprando.

Próximamente: usaremos la IA para desmenuzar a tu vendehumo favorito.

Entonces, dale bola a la gente que tiene resultados. Algo de lo que hacen te puede servir.

Hoy no tengo más tiempo, pero la semana que viene voy a presentarte un método, un paso a paso, una ingeniería inversa, una autopsia estratégica a toda esta gente que a partir de la utilización de inteligencia artificial vas a poder aprovecharlo para tu negocio. No te voy a adelantar nada porque debería explicarte un par de minutos más y se me hizo largo. Pero esto que hoy te cuento la semana que viene lo vamos a llevar a la práctica. ¿Para qué? Para que vos agarres a tu influencer favorito, a ese que le va bien o a ese chanta que también le va bien o por lo menos dice que le va bien y puedas entender qué hay detrás de sus contenidos, qué hay detrás de sus páginas de venta, qué hay detrás de sus cursos, qué hay detrás de su historia. Y esto lo vas a poder detectar y aprovecharlo para tu negocio.

Así que esa va a ser la propuesta de la semana que viene. Chau chau y gracias por estar.

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