1549 Cuando tener tiempo es peor que no tenerlo.
Hoy es jueves 18 de julio de 2024, estamos en el episodio 1549 y vengo a hablar del tiempo. Muchos se quejan por no tener tiempo, pero a veces es peor tener mucho.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
Transcripción del episodio:
Esta transcripción ha sido realizada de forma automática utilizando Whisper de Open Ai. Luego separando en párrafos con Chat GPT.
Es importante mencionar que podrías encontrar errores de ortografía, puntuación o gramática.
La gestión del tiempo.
Muy bien, vamos a hablar hoy del tiempo. Por lo general, vemos como algo malo, algo negativo, la falta de tiempo y ciertamente lo es. Pero muchas veces tener cantidad de tiempo, y acá levanto la mano, puede ser peor que no tenerlo.
Por eso este tema, que por lo general no lo escuchás por ahí, me pareció muy interesante porque, además, como dije en la introducción, esto viene de primera persona. Hace mucho que estoy, ya varios años, trabajando en lo que es el marketing y los contenidos.
La trampa del tiempo libre.
¿Qué ocurre? Que, al principio, mucho de lo que hoy hago me llevaba bastante más tiempo. He dado aquí el ejemplo del podcast innumerable cantidad de veces que antes tardaba todo un día y ahora mirá, estoy grabando. Este es el episodio número 4 y debo llevar 40 minutos, 50 como mucho. Estoy grabando prácticamente 5 episodios por hora, hora 10, hora 15. Antes me llevaba todo el día.
Pero ¿qué es lo que pasa? Que, así como en algunas cosas, como el ejemplo del podcast, mejores procesos, adquirir nuevas habilidades, estoy mucho más canchero y lo hago de taquito, cuando tengo que hacer algo nuevo, ahora se da el tema de la creación de mis contenidos. Demoro un montón, ocupo mucho más tiempo del que necesito y esto porque, bueno, porque tengo mucho. Al haber reducido la necesidad de tiempo con cosas que antes me llevaban mucho y ahora poco, me queda tiempo.
La ley de Parkinson.
A menos de los clientes y los demás, tengo tiempo. Pero claro, en vez de optimizar eso, doy vueltas. Trato de encontrar la manera perfecta, que todavía me queda un poquito de perfeccionismo. Y esto que me pasa a mí puede que te pase a vos. De hecho, le pasa a mucha gente. Tal es así que existe algo llamado ley de Parkinson, cuyo enunciado es: el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización. Esto yo te lo comenté en un episodio de hace, debe tener como 5 años.
¿Qué quiere decir? Que si tenemos mucho tiempo para completar una tarea, probablemente la tarea se alargue y nos tome mucho más tiempo del que necesitamos. Esta es la gran trampa. Por eso dije al principio que así como es malo no tener tiempo porque, lógico, si uno tiene que hacer un montón de cosas y tiene poco tiempo, no las va a poder concluir o tiene que hacerlo de manera apresurada y quizás baja la calidad. Pero también la trampa de tener mucho tiempo nos puede llevar a esto. A dar vueltas, dar vueltas, procrastinar y terminamos siendo menos eficientes.
Cómo evitar la trampa del tiempo.
Entonces, ¿qué te quería decir con esto? Que te fijes, que tengas mucha precaución, sobre todo si tenés tiempo, de no caer en esta trampa. Porque puede darse el caso de, por ejemplo, tenés que crear una presentación y esa presentación tranquilamente la podrías hacer en un día y te tomás toda la semana mirando tutoriales, mirando videos, analizando herramientas, qué inteligencia artificial para hacer algo que en dos patadas lo tendrías listo. Y esto te lo digo por experiencia.
Establecer plazos.
Entonces, ¿cómo podemos zafar de esto de la ley de Parkinson? ¿Cómo podemos, si nos sobra tiempo, si estamos metiéndole a una tarea nueva y tenemos este temor y tratamos de ir viendo cada detalle? Hay que tratar de salir lo más rápido posible, hacerlo bien pero con la menor inversión de tiempo y de recursos. Primero, establecé plazos y, si son estrictos, mejor.
Una de las formas de evitar esto de la ley de Parkinson es tener plazos. Aunque tengas mucho tiempo, pues vos podés decir: no, bueno, tengo toda la semana, claro. Pero evidentemente, por la propia ley de Parkinson, si tenés toda la semana para hacer esa presentación, para diseñar ese logo, para escribir ese copy de tu sitio web, para crear tu publicidad, para crear los contenidos, te vas a votar toda la semana. Y no por usar toda la semana, el resultado va a ser el mejor, quizás hasta sea peor, porque no tenés enfoque, porque vas haciendo pues total tenés tiempo.
Dividir tareas en bloques.
Entonces, plazos, fundamental. Decí, bueno, calculá, no somos buenos estimando el tiempo que nos llevan las cosas, pero más o menos decí, bueno, ¿esto en cuánto podría cocinarlo? No sé, en ocho horas, en diez horas, en tres jornadas. Bueno, establecé ese plazo, de última después rectificás, pero no dejes abierto, no te firmes un cheque en blanco. Decí, bueno, lo que dure, voy a hacerlo y el tiempo que me lleve. Eso no es bueno porque además te acostumbrás a trabajar de esa manera. Y te lo dice alguien que ha pagado precio altísimo por trabajar durante mucho tiempo de esa forma.
Ahora lo he venido cambiando, pero yo trabajaba de esa manera. ¿Qué otra cosa podés hacer para zafar de esta ley de Parkinson? Bueno, dividir esa tarea en bloques de tiempo, porque a veces nos pasa también que la tarea la vemos como algo tan grande, tan monstruoso, que decís, bueno, tengo que, ejemplo, diseñar el sitio web. Bueno, como tengo que diseñar toda mi página web, esto me lleva un mes, capaz que lo cocinás en cuatro días, pero claro, es mucho.
Técnicas de gestión de tiempo.
Entonces, ¿qué pasa? Si vos lo dividís en pequeñas tareas y lo metés en esos bloques de tiempo que deberías tener en tu time block, decís, bueno, a ver, ¿cuáles son las subtareas de este gran proyecto de la página web? El copy, la estructura, el diseño, los colores, la instalación y configuración de WordPress o de la herramienta que sea. Vas ubicando estas tareas más pequeñas que forman parte de la gran tarea o de este gran proyecto en lugares determinados, fecha y hora. Entonces, vas a avanzar mucho más rápido.
Otra cosa interesante que podés hacer son las técnicas de gestión de tiempo. Por ejemplo, el pomodoro, los sprints. Lo que sea más cómodo para vos. En esto, viste, cada uno, cada maestrito tiene su librito y cada uno de nosotros vamos probando lo que nos funcione. Pero fijate a ver qué se adapta más para vos y tratá de elegir una técnica de gestión de tiempo que te permita justamente avanzar con el proyecto y utilizar el tiempo necesario, pero no mucho más que ese tiempo necesario.
Priorizar tareas importantes.
Por supuesto, también es importante, esto independientemente de la técnica de gestión de tiempo que uses, ir hacia las tareas importantes. Priorizar es una de las cuestiones esenciales de la productividad. Enfocate primero en lo más importante. Vale decir, esas tareas que te van acercando al objetivo. Por supuesto, como siempre ocurre en marketing, como ocurre en la productividad, como ocurre en la vida misma, reflexioná y ajustá.
Tratá de asignar, de disponer, de reservar pequeños bloques de tiempo para ver cómo viniste haciendo las cosas. Entonces, no sé, al final del día, o cada tres días, o al final de la semana, decí, bueno, ¿cuáles eran los objetivos? ¿Cuáles eran las tareas que tenía que lograr? Y de acuerdo a eso, ver si tenés que ajustar o no algo. De esta manera, no van a estar las cosas libradas al azar.
Conclusión.
Por lo tanto, nuevamente, y a modo de resumen, para que puedas escaparte de esta llamada ley de Parkinson de la que yo he sido protagonista, que he sufrido en carne propia, que es ocupar más tiempo del necesario para hacer determinadas tareas, bueno, podés evitarlo con los plazos, tareas en bloques de tiempo, dividir un gran proyecto en tareas más pequeñas, usar las técnicas de gestión de tiempo que más se acomoden a tu forma de trabajo, darle bola primero a las tareas importantes y luego mirar cómo va tu desempeño e ir modificando, ajustando, optimizando en la medida de tus necesidades.
Así que, bueno, espero que este episodio haya sido de utilidad para vos. No tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana, porque mañana nos volvemos a encontrar. Te espero, chau, chau.
¿Querés vender más?
Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?
- reservás tu lugar.
- nos conectamos.
- me contás sobre tu negocio
- y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.
❌ ¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
✅ Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.
Escribime y reservá ya mismo tu lugar.