1594 Dejá de aprender.

Hoy es jueves 19 de septiembre de 2024, estamos en el episodio 1594 y vengo a decirte que pares de aprender y confíes en los conocimientos que ya tenés.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Dejá de estudiar y empezá a aplicar.

Dejá de estudiar, dejá de aprender, dejá de capacitarte. No pierdas tiempo en eso.
No, pará, pará. No me volví loco, ahora te explico. Hay momentos en los que ya no vale la pena seguir aprendiendo algo, sino que es más importante ponerse a aplicarlo y confiar en aquellos conocimientos que ya tenés.

Hoy es jueves 19 de septiembre de 2024, y estamos en el episodio 1594. Vengo a decirte que dejes de capacitarte, que dejes de aprender. Y esto no es que de repente me pasó algo en la cabeza y estoy diciendo que no hay que estudiar, que no hay que mejorar cada día, que no hay que capacitarse, que no hay que estar informado. No, no, no.

La importancia de estar actualizado.

En la actividad que yo realizo, y te diría que en la mayoría de las actividades que las personas hacen hoy en día, es primordial, fundamental, sobre todo para marcar distancia con la competencia, estar todos los días aprendiendo algo. En marketing, ni hablar. Con los cambios de tecnología, con las nuevas aplicaciones, con la inteligencia artificial, con las cosas que cambian, que hoy Google cambió esto, que mañana Instagram cambió lo otro, casi es imposible no hacerlo. Si no lo hacés por una semana o un mes, te perdés un montón de cosas que pasan.

No me refiero a dejar de aprender.

Pero esto igual se puede extrapolar a muchas otras actividades donde la capacitación permanente casi es una obligación. Por lo tanto, no me estoy refiriendo a eso. No estoy diciendo que dejes de aprender o que dejes de prestar atención a todos los cambios que hay en tu nicho o en tu sector. Me refiero a otro asunto.

La parálisis por exceso de información.

Esto surgió el otro día a partir de una consultoría uno a uno que tuve con un cliente. Yo tengo consultorías, creo que te lo conté, donde esta persona tenía que realizar una tarea y venía dando vueltas porque seguía mirando tutoriales, leyendo, escuchando podcasts. Es más, llegó a mí por escuchar un episodio sobre esta tarea que tenía que hacer, y al final terminó contactando una consultoría.

Me decía: «No, lo que pasa es que creo que quiero hacer esto». En realidad, lo que quería era crear un funnel de ventas. «No, lo que pasa es que ya sé, ya tengo el producto, tengo una mínima experiencia, pero me parece que me falta un poco, porque me gustaría añadir esto, aquello o lo otro».

El problema de la infoxicación.

¿Qué es lo que ocurría? Estaba procrastinando. Parte era procrastinación, parte era síndrome del impostor, pero parte también era esa infoxicación que se produce al haber tanto, pero tanto, pero tanto contenido y tanta información en internet. Cuando te pones a buscar sobre un tema, el que sea: reparación de electrodomésticos, paneles solares, marketing, cuidado de las plantas, viajes, cámaras para grabar video, lo que sea, no sé, ropa deportiva. Elegí el tema que se te ocurra, ponete a buscar y vas a ver que cada vez hay más, más, más y más.

La profundidad inabarcable de los temas.

¿Qué efecto produce esto? Bueno, que cuando sos medio ignorante, cuando arrancás con algo, aprendés dos o tres cositas y ahí más o menos te manejás. Ahí pensás que, bueno, lo puedo hacer porque no era tan complicado, pero si seguís escarbando, ahí te das cuenta de que hay un pozo sin fondo. Cada tema, cada cosa en el mundo tiene una profundidad que es inabarcable, y ahí es donde muchas personas se frenan, quedan como congeladas, pues se pucha. «Yo pensé que esto era sencillo y de repente es mucho más complicado de lo que pensaba».

La parálisis por querer saber más.

O lo otro: «Bueno, sí, yo no es que no sepa de este tema, pero tengo que saber un poquito más, porque lo que sabía hasta ayer hoy cambió. Vi un video de un creador de contenido que hoy me dice que además de lo que me dijo ayer, ahora tengo que saber esto otro». ¿Y cuál es la consecuencia? La consecuencia es que nunca arrancás.

La solución: aprender lo básico y lanzarse.

Entonces, ¿cómo resolverlo? Lógico es que no debés lanzarte jamás a hacer algo sin haber, por lo menos, aprendido lo básico. Vamos a dar el ejemplo de siempre: el de los sitios web. Ah, resulta que mañana se te ocurre ponerte a diseñar sitios web. No podés comenzar a ofrecer el servicio sin aprender lo básico: lo que es diseño web, lo que es maquetación, si utilizás una herramienta como WordPress, tenés que aprender nociones de WordPress. Ponete a hacer algo, practicá bien.

Lo suficiente como para arrancar.

Pero una cosa es tener el ABC, lo básico, lo suficiente como para arrancar, y una cosa distinta es seguir, seguir y seguir. Porque cada campo, como bien dije, tiene profundidades insondables. Volvamos al ejemplo de sitios web. Podés hablar de un sitio web en general, tener una noción básica o mínima que te permita realmente dar un buen servicio.

No sabrás todo, pero no hace falta.

Ahora, si te pones a escarbar: experiencia de usuario, usabilidad, estructuras, SEO, tecnologías, PHP, las tecnologías del lado del servidor, las métricas… ¡hay tanto que no te alcanza la vida! Entonces, por eso este episodio. Si querés lanzar algo, si querés crear contenido, poner en órbita tu negocio, hay ciertos conocimientos mínimos indispensables. Pero más allá de ahí es perder tiempo.

No es dejar de aprender, es aplicar lo que sabés.

Y reitero, no significa que debas colgar los guantes y decir «ya está, ya todo lo que tenía que aprender ya lo aprendí». No, no. Seguí capacitándote, seguí aprendiendo, pero aprendé sobre aquellas cosas puntuales que necesitás para mejorar lo que estás haciendo. Que es algo muy distinto a no hacer nada porque sentís que todavía no sabés lo suficiente.

Nunca sabrás lo suficiente.

Nunca vamos a saber lo suficiente acerca de nada, ni siquiera acerca de nosotros mismos. Así que dejá de dar vueltas y arrancá, porque como digo siempre, el tiempo no perdona.

Nos vemos. Chau, chau.

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.