1660 El mercado siempre tiene la razón. (Anuario 2024 – Agosto).
Hoy es viernes 20 de diciembre de 2024, episodio 1660, y seguimos con el anuario 2023. Hoy repasamos un tema esencial: aceptar la realidad del mercado y adaptarse. Quejarse no te lleva a ningún lado.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
Aceptar la realidad en tu negocio
Hola, ¿cómo va? Seguimos con este anuario, y hoy te traigo un episodio que, si mal no recuerdo, es de agosto. Es muy importante porque mucha gente que vende productos o servicios, crea contenido o trabaja en marketing, se enoja con el mercado, con el algoritmo o con la gente.
No hay que enojarse. Hay que aceptar la realidad. Si algo no te funciona, es porque estás haciendo algo mal. ¿Por qué? Porque a otros sí les funciona. Y de eso vamos a estar hablando hoy.
Introducción al episodio
¡Atendé! Bienvenida, bienvenido, soy Carlos Malfatti, y arrancamos un nuevo episodio de Marketing para gente como uno. Hoy es viernes 20 de diciembre de 2024, estamos en el episodio 1660, y vengo con uno de los episodios del anuario que, como dije antes, creo que es de agosto.
Este episodio tiene que ver con aceptar la realidad. Surgió porque navegando por redes sociales veía mucha gente enojada por distintas razones:
- Porque sus contenidos no funcionaban.
- Porque no podían vender.
- Porque otros sí vendían.
- Porque había vendehumos o cualquier otra excusa.
Si tenés un negocio o estás por empezar uno, tenés que entender una cosa que es ley. Puede gustarte o no, beneficiarte o no, pero más vale que la aprendas y actúes en consecuencia para que juegue a tu favor: el mercado manda.
¿Qué significa que el mercado manda?
Vamos a dar un ejemplo con los contenidos.
Estás entusiasmado, se te ocurre una idea brillante, te ponés a trabajar con colores, tipografía, grabás un video, le agregás textos, títulos, detalles, y lo publicás.
¿El resultado? No lo ven o lo ven cuatro gatos locos.
La gente no quiere lo que vos pensaste que iba a funcionar. Es así de simple. O, al menos, para ese contenido puntual y en ese momento, la gente no quiso eso.
Podés enojarte con esta situación. Podés enojarte con TikTok, con el algoritmo, con la gente… Pero no vas a aprender nada. Nada te va a funcionar, porque vas a pensar que vos tenés la razón y que la gente está equivocada.
Es como el político que pierde una elección y dice:
- “La gente no sabe votar.”
- “La gente votó por miedo.”
- “La gente votó por el bolsillo.”
No, el problema no es la gente. El problema es que no te votaron a vos, y eso es lo que realmente te molesta.
¿Qué hacer cuando algo no funciona?
Cuando vas a lanzar un producto o servicio, o intentás vender y no estás vendiendo, algo tenés que modificar. Por alguna razón, el mercado no quiere lo que estás ofreciendo.
A veces, no es que haya algo malo en tu producto. Ayer hablé del rechazo y de las distintas razones por las cuales alguien podría llegar a decirte que no.
Cuando intentás vender algo y la gente no lo compra, lo primero es analizar por qué. Quizá no sea un problema de tu producto, sino de:
- Tu marketing.
- Tu comunicación.
- El tipo de contenido que estás haciendo.
- La publicidad que estás ejecutando.
- El público al que estás orientando, que quizás no es el correcto.
Tal vez el problema sea que la gente no percibe el valor en lo que ofrecés.
No te enojes con el mercado
Esto es lo que tenés que hacer cuando algo no te funciona: no te enojes. No digas “es que la gente consume mierda”. Sí, la gente consume mierda, estamos de acuerdo.
Pero dentro de esa “mierda” hay contenidos que no son tan malos, y esa gente tiene éxito. Bueno, no hagas contenido de mierda. Hacé mejor contenido.
Mirate en el espejo y decí:
- “¿Qué veo que funciona?”
- “¿Qué están haciendo bien los que tienen éxito?”
Si ponés excusas, si decís que la culpa es del mundo, nunca vas a avanzar. Te vas a agotar, vas a bajar los brazos y vas a terminar tu historia emprendedora, tu contenido o tu negocio.
Analizá por qué no funcionó
Sea que hagas contenidos o estés vendiendo un producto, recordá que el mercado manda. Te puede gustar o no, pero lo importante es analizar las cosas con la mayor objetividad posible.
Por ejemplo, supongamos que creaste un curso de diseño de páginas web, que trabajaste muchísimo en él y no vendiste ni uno solo. ¿Qué podés hacer?
Preguntate:
- ¿Estaré orientándome a un público equivocado?
- ¿Mi propuesta de valor estará demasiado lavada?
- ¿La segmentación de mi publicidad estará mal hecha?
- ¿Será que la creatividad de mi publicidad no es suficientemente atractiva?
- ¿Estaré tardando demasiado en responder a las consultas de los potenciales clientes?
- ¿Será mi curso demasiado genérico o, por el contrario, demasiado específico?
- ¿Será demasiado parecido a lo que venden otros y, por eso, no resalta ni se diferencia?
Aprender de los que lo hacen mejor
Cuando algo no te funciona, no te quedes en el enojo. Mirá a otros y analizá qué les funciona a ellos. Por ejemplo, si ves a un creador de contenido cuyos videos tienen éxito, preguntate:
- ¿Cómo lo está haciendo?
- ¿Por qué a él le funciona y a mí no?
Incluso de los vendehumos se puede aprender algo. Sí, puede que prometan cosas irreales o vendan soluciones milagrosas, pero si los siguen millones, algo hicieron bien.
No te estoy diciendo que salgas a vender humo, a engañar gente o a prometer cosas que no vas a cumplir. Pero algo en su proceso les dio resultados:
- Puede ser su mensaje.
- Su manera de ofrecer las cosas.
- Su forma de vender.
- Su funnel.
- Su impronta o forma de expresarse.
- La manera en que enfrenta a su público desde la cámara.
Algo están haciendo bien que vos no estás haciendo. Y ahí es donde tenés que aprender.
Ser humilde para aprender
No hay peor cosa que dejar la humildad de lado. Uno tiene que ser honesto y aceptar que hay gente que lo hace mejor, por distintos motivos:
- Porque tienen un don.
- Porque saben más.
- Porque se animan a más.
- Porque prueban fórmulas que otros no.
Quizás esas personas, en lugar de ir por el mismo camino que los demás, hicieron algo diferente y les funcionó.
La clave está en ser humilde y decir:
- “Evidentemente hay algo que tengo que aprender de esta persona, de este creador de contenido, de este vendedor o de este producto que el mío no tiene.”
La responsabilidad de hacer que las cosas funcionen
Estoy cansado, como profesional de marketing, de ver potenciales clientes que llegan pensando que están haciendo todo perfecto: que su contenido es genial, que sus redes sociales son buenísimas, que su producto es único, que nadie vende como ellos y que nadie ofrece lo que ellos ofrecen.
Sin embargo, cuando empiezo a analizar, no hay nada especial en lo que hacen. Simplemente, en su cabeza, consideran que lo suyo es lo mejor que le puede pasar a su cliente. Pero esto no funciona así.
Hace aproximadamente un mes, vine acá y te dije que había implementado una estrategia de contenido en estos términos: no me funcionó. Punto. Listo. No me funcionó.
Aprender de los errores
¿Por qué no funcionó? Porque pensé que el volumen, la cantidad y la frecuencia eran suficientes, pero me faltó meter un poquito más de calidad.
¿Cómo me di cuenta? Porque sigo a gente que sabe más que yo. Sigo a gente que tiene mejores resultados con sus contenidos cortos en video, gente que hace cosas que yo no hice. Además, hay una cantidad enorme de recursos: libros, podcasts, videos, formación… Y aprendo.
Si me cerrara y dijera: “No, sabés qué, acá el problema es que esta red social me tiene bronca. No le caigo bien al algoritmo. La gente no sabe valorar lo que hago”, nunca aprendería ni avanzaría.
No se trata de resignarse
No se trata de resignarse y subirse al tren de lo que no tiene calidad. Vos podés crear un contenido excelente, con un altísimo nivel, que no sea basura. Porque de contenido basura ya está lleno.
Lo mismo pasa con los productos y servicios: podés mejorar, podés brindar algo de calidad, podés apuntar a un cliente que valore lo que hacés y que te elija por lo que ofrecés en cuanto a soluciones, no por el precio.
El mercado manda
Si algo no te funciona, estás haciendo algo mal. Te corresponde a vos analizar, escarbar y mirar por qué no te funciona. Después, actuar en consecuencia y modificar lo que haga falta para que las cosas funcionen.
No hace falta dramatizar. Por ejemplo, si hiciste un curso, grabaste tres semanas de contenido y aun así la gente no te compra, es porque algo hiciste mal.
- Quizás no transmitiste el valor.
- Tal vez no generaste confianza.
- Quizás no tenés una marca personal potente o una marca comercial sólida.
- Puede ser que tus contenidos sean pobres o que tu publicidad o tu landing page no capte la atención.
La culpa no es de la gente. La culpa es tuya.
Responsabilidad y aprendizaje
Esto no significa que debas autoflagelarte, pero sí entender que la responsabilidad de que las cosas funcionen es nuestra. Siempre.
El mercado rara vez se equivoca. Si algo no funciona, tenés que modificarlo hasta que encuentres la vuelta. Si algo no anda, cambiá. Y, eventualmente, vas a descubrir qué es lo que funciona.
Despedida
Amigas y amigos, todo lo bueno llega a su fin y este episodio no es la excepción.
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Por lo pronto, no tengo más que decir por hoy ni por mañana, porque mañana es sábado. Disfrutalo, descansá y pasala lindo.
El lunes nos volvemos a encontrar. Eso sí, poné en acción lo que aprendiste. Porque el tiempo no perdona.
Nos vemos. Hasta el lunes. ¡Gracias por estar!
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