1824 No pongas el carro delante del caballo.
¿Sentís que tu negocio no arranca porque esperás a «que te vaya bien» para recién ahí invertir en marketing? Es un error de lógica que te mantiene estancado. Hoy, jueves 7 de agosto de 2025, episodio 1824, te explico por qué tenés que dejar de poner el carro delante del caballo si de verdad querés que tu negocio crezca de una vez por todas.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
Soy Carlos Malfatti, consultor de marketing, y si querés mejorar tu vida mejorando tu negocio gracias al marketing, contactame en https://carlosmalfatti.com. 🎵 Música: «Golden Sunrise (Instrumental)» de Josh Woodward. Descarga libre y licencia Creative Commons Attribution 4.0 en https://www.joshwoodward.com/song/GoldenSunrise.
¿Esperás a tener resultados para invertir en marketing? Esa lógica es absurda, como querer tomar el remedio cuando ya se te pasó el dolor. Te explico por qué pensar así te condena a quedarte siempre en el mismo lugar y por qué tenés que dejar de poner el carro delante del caballo si de verdad querés que tu negocio crezca.
La lógica absurda: «invierto cuando tenga resultados».
A veces me encuentro con lógicas raras, torcidas, a contramano. La más común es esa de «cuando me vaya bien, voy a invertir en marketing». Entiendo que no todo el mundo sabe de esto; capaz le pusieron todo el esfuerzo a su negocio, están 24/7, pero no se les cruzó por la cabeza el marketing o tuvieron una mala experiencia.
Pero hay que parar un cachito y ponerse a pensar. Esperar a que te vaya bien para invertir en marketing es como ir al médico y decirle: «Me duele la cabeza, cuando se me pase me tomo la aspirina». ¡No, flaco! La tenés que tomar antes, porque si no, no se te va a pasar.
No pongas el carro delante del caballo.
Cuando digo que podés mejorar tu vida mejorando tu negocio con marketing, no es porque suene bonito, es porque lo creo y tengo ejemplos. Arrancando por el mío: un tipo con más de cuarenta y pico, en la lona total, que empezó tímidamente a hacer sitios web, se volcó al marketing, hizo este podcast y hoy vive lo más campante de esto. No vivo en Dubái ni tengo un Lamborghini, pero tengo un buen laburo, manejo mi tiempo y sigo dando pelea para ir por más.
La lógica es al revés: tenés que invertir para poder ganar. Escucho todo el tiempo «cuando venda más, voy a mejorar la web» o «cuando venda un poquito más, voy a hacer publicidad». Es contradictorio. Si querés adelgazar, primero hacés la dieta. Para recibirte en la facultad, primero estudiás. No podés esperar el resultado para recién ahí hacer el esfuerzo.
La parálisis de esperar el momento perfecto.
La consecuencia de tener esa forma de pensar es que te quedás en la parálisis por análisis. Nunca empezás, porque nunca llega el momento perfecto o nunca tenés «ese» dinero para invertir en una web, en diseño o simplemente en tu tiempo.
¿Y sabés por qué nunca llega? Porque tu negocio de pedo funciona. Vendés lo mismo que los demás, diciendo lo mismo, en los mismos canales. Sos una fotocopia desgastada de tu competencia. Así no vas a mejorar, al contrario, te vas enterrando cada vez más en ese lugar triste de tener un negocio donde ganás menos que tus empleados y no podés tomarte tiempo libre.
Estás sentado sobre una mina de oro, pero no querés la pala.
La semana pasada hice un montón de consultorías y vi esta lógica repetida. Negocios que son una mina de oro, pero no quieren invertir en el pico, la pala y la carretilla para sacar ese oro. Me dicen que abajo hay petróleo, pero no pueden invertir en la maquinaria para extraerlo. ¡Así nunca lo vas a sacar!
Y no hablo solo de dinero, aunque también lo es. A veces hay que jugársela. Comprate un pantalón menos, salí una vez menos a comer, vendé la moto. Tampoco te digo que hipoteques tu casa, porque hay un montón de cosas gratis, como este podcast, para dar los primeros pasos. Pero llega un momento en el que tenés que dejarte de jorobar y hacer algo.
La excusa del dinero: ¿de verdad no podés o no querés?
El marketing es una de las palancas más potentes para vender más. En la publicidad de Meta, por ejemplo, podés empezar con uno, dos o cinco dólares por día. Hay gente que ni eso pone. «No puedo poner cuatro mil pesos», me dicen. ¡Te lo gastás en facturas! No me jodas, tenés un negocio, en serio.
Ojo, yo no me meto en el bolsillo de nadie. Sé lo que es no tener un mango, yo arranqué culo para arriba después de un proyecto que me dejó con deudas. Pero hay mucha gente que esconde la plata. «No tengo», te dicen, pero si los invitás a ver a Boca el domingo, para eso sí tienen. Entonces, no jodamos.
Empezá de a poco, pero empezá ya.
Reitero: no pongas el carro adelante del caballo. No digas «cuando tenga la certeza de que me recibo, me pongo a estudiar». Estudiá antes. Empezá con el marketing, mejorá tus redes, lo que sea. Empezá con presupuestos chicos.
Lo más probable es que si repartís guita sin saber, te caguen. Por eso también tenés que interiorizarte. Pero empezá un día. Empezá, porque esa es la diferencia entre andar penando para llegar a fin de mes y tener un negocio con previsibilidad. Es el camino que recorren aquellos a los que les va mejor que a vos. Punto, pelota.
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