473 El valor de invertir en profesionales.


Escuchá Marketing para gente como uno en >>> IVOOX | Spotify | Google | Apple 

El asesoramiento profesional es esencial en determinados momentos de tu negocio. Pagar para ganar tiempo y evitar errores es mucho menos costoso que dejar que el mercado te cobre lo que le da la gana. La realidad es implacable y pega duro, demasiado como para arriesgarse al seguro knock out.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Hoy es miércoles 19 de agosto de 2020, estamos en el episodio 473 y vamos a hablar del terrible precio que debemos pagar cuando nos ponemos a improvisar, cuando nos queremos ahorrar una moneda pensando que es algo inteligente y en realidad estamos perdiendo.

Hace un par de episodios te comenté esto de la obligatoriedad de invertir aunque tu negocio sea en internet porque muchas veces partimos de esa falsa idea de que si fuera de internet, amerita inversión.

Ahora, como es en internet y en internet hay un montón de cosas gratis, algunos tienen esa peregrina idea de que puede crear realmente un negocio que le permita ganar dinero sin necesidad de invertir.

Por lo tanto, en ese episodio hablé de ese tema y esto que te trae hoy es muy parecido. Sería casi lo mismo pero visto desde otro enfoque y se trata de todo lo que perdés por no invertir, que a la larga te termina saliendo mucho más costoso.

Es cierto que a veces no podemos, a veces no tenés dinero, a veces estás empezando y decís bueno yo sé que debería invertir en esto, en capacitación, en esta herramienta, en este profesional, pero hoy no lo tengo.

Lo importante es que si lo tenés, lo pienses y digas pucha, esto no es un gasto, justamente es una inversión. Si podés invertir siempre te voy a sugerir que lo hagas porque lo que no vas a ganar o lo que vas a perder es mayor a esa pequeña inversión.

Por varias razones, imaginate que vos decís bueno no no, yo voy a poner un par de videos en youtube, voy a aprender cómo se gestiona las redes sociales y me voy a encargar yo. Entre que encontrás los contenidos adecuados de las personas correctas que realmente te están brindando información de calidad, el tiempo que tenés que invertir en consumir esos contenidos, el tiempo que tenés que invertir en aprender a hacer lo que ahí te dicen que hay que hacer, el tiempo que tenés que invertir en gestionar las herramientas. Es tiempo que le estás sacando a tu negocio, a tu familia, al ocio que deberías tener, a tu descanso, entonces no es que estés haciendo algo genial, es más, te estás equivocando porque se trata del costo de oportunidad, lo que vos estás dedicándole a algo se lo estás sacando a otra cosa, es tan sencillo como eso, entonces es importantísimo y además como te digo, estás desatendiendo tu negocio, tu familia, tu vida misma.

Y también te puede ocurrir que no le prestes atención porque tampoco te des cuenta de la gravedad del asunto y bueno no, esto es fácil, uno también tiene esa tendencia a creer que se las sabe todas y después resulta que como uno no se las sabe todas termina pagando el precio.

Yo te voy a contar dos ejemplos, recordarán quienes siguen este episodio que yo más de una vez comenté que vengo de la radio, vengo de haber realizado un proyecto radiofónico hace diez años que en lo artístico fue genial pero en lo económico fue nada, una rotunda decepción para no denominarle fracaso.

¿Y por qué ocurrió esto?

Porque yo llegué a la radio teniendo una idea de cómo eran las cosas, yo llegué, mi único plan, mi plan perfecto, mi plan maestro estaba en mi cabeza y se basaba en lo que yo consideraba que era la realidad cuando la realidad era otra cosa.

Yo llegué pensando que iba a ser algo de suma calidad, que se iba a hacer prácticamente viral, que me iban a llamar de radios nacionales para hacer y no pasó nada de eso, al contrario, se me fue un montón de tiempo, me quedaron deudas, pasé malos momentos, después entré en una depresión, me quedé ahí sin saber qué hacer de mi vida cuando eso finalizó y bueno, yo estoy donde estoy pero en ese momento fue complicado el asunto.

¿Y todo por qué?

Por no haber averiguado, está bien que estamos hablando de hace diez años, no había cursos por todos lados, ni podcast, ni cosas de productividad que vos podías averiguar más o menos cómo hacer un negocio, no lo había tanto como hoy abunda, pero sí había profesionales, yo podría haber recorrido y decir bueno, che, escucha, me voy a hacer radio, ¿cómo es este asunto? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué no hay que hacer? ¿En qué hay que invertir? ¿En qué no hay que invertir? ¿Qué necesita? ¿Se gana dinero? ¿No se gana dinero? Yo podría haber hecho eso, pero bueno, no fue como ocurrieron las cosas y tuve que pagar el precio.

Segundo ejemplo, también de algo que me pasó esto, ya hace menos años, era unos cinco o seis años. Resulta que aquí en Argentina uno tiene que pagar, por supuesto, impuestos. Aquí están los impuestos nacionales, están los impuestos provinciales y están tasas y derechos municipales.

Hay algo que se denomina aquí monotributo, el monotributo es algo similar a lo que los podcasters de España denominan el pago de autónomos. Es una cuota fija mensual que va de acuerdo a determinadas categorías y que vos debes abonar trabajes o no trabajes. Si vos trabajás, lo pagás, si no trabajás igual lo pagás, si vos facturás, lo pagás y si no lo facturás igual lo tenés que pagar. Más o menos es así.

Claro, yo en mi ignorancia quise estar en regla pero digo, bueno, me anoto en esto y ya con esto estoy, sin saber que facturase o no facturase, porque yo la que pensaba era esta: bueno, da lo mismo facturar o no a los clientes que tenía que eran todos amigos y conocidos, a mí me da lo mismo facturar si igualmente yo monotributo lo tiene que pagar, quiero decir, yo no estoy evadiendo impuestos ni eludiendo impuestos y total, en definitiva estoy pagando cada mes lo que tengo que pagar, fíjate vos, mi ignorancia. Por lo tanto, a veces facturaba, a veces no facturaba y como además los pagos que me hacían, a la cuenta bancaria yo veía que había unas retenciones de la provincia, del impuesto provincial, digo bueno, esto se está pagando, listo.

Paso el tiempo, cuando me pasé a marca personal con esto de carlosmalfati.com y la cosa empezó a pintar distinto, dije bueno yo no puedo ocuparme de esto, voy a pagar a un profesional, voy a pagar a un contador que me va a llevar los números o que por lo menos me va a avisar «che, bolu, tenés que pagar tal cosa», listo, ya con eso conforme y feliz de la vida. Cuando lo fui a ver, madre mía, tenía dos años impagos, dos años y medio impagos de un impuesto provincial. ¿Qué pasaba? Así como en el nacional uno estaba obligado a pagar si o si, trabajar o no trabajar, a facturar o no facturar, pero bueno yo venía pagando, por lo cual digo, listo, yo estoy al día, no debo nada si pago todos los meses, pero en la provincia ocurría lo siguiente: si vos facturabas algo, bien, eso se detectaba y te cobraban en función, ahora si vos no facturabas, es mal. Creo que incluso te lo estoy explicando bastante mal, si hay algún contador disculpe. Si vos no facturabas, debías presentar algo denominado «declaración jurada en cero», decirle al estado provincial, «miren muchachos, este mes yo no trabajé, por ende no facturé», por no haber trabajado, sí. Bueno, yo no hice ninguna de esas presentaciones y ¿qué pasó? Me quedó una deuda de dos años y pico de impuestos en la provincia que luego, creo que todavía estoy pagando algunas de las cuotas, porque saqué un plan a larguísimo plazo.

Resumiendo y cerrando este episodio, ya con estos dos ejemplos creo que he sido más que claro. Es cierto que a veces no podemos invertir, cuando estamos arrancando nos pasan un montón de cosas y necesitamos, como decimos por acá, la frazada o la cobija es muy corta, no podemos afrontar todo lo que tenemos que hacer, desde el tiempo, desde el trabajo y desde lo económico también, pero en la medida que puedas, paga. Paga si podés tener asesoramiento profesional, paga a un profesional que haga eso que no es lo más importante de tu negocio, delega, pásalo, que lo haga alguien que sepa, paga para que alguien te explique cómo son las cosas, porque si no, te va a ocurrir lo que estoy comentándote en este episodio, el precio que vas a tener que pagar es mucho mayor, como tuve que pagar yo.

Llegué a hacer un emprendimiento en la radio con mis ideas, pensando que las cosas eran como yo creía que eran, y en realidad no eran así. Si hubiera habido un profesional que me hubiera cobrado y me hubiera dicho, «che mirá, te cobro tanto para explicarte cómo tenés que hacer un programa de radio, cómo saber si vas a facturar o no», me hubiera ahorrado un montón de dinero que luego tuve que pagar por hacer las cosas mal. En esto es igual. Entonces, habiendo y teniendo hoy toda la posibilidad de recurrir a una cantidad enorme de profesionales, sea del ámbito que sea, ojo, si podés pagar, por qué, por lo que dije, te estás ahorrando tiempo, te estás ahorrando dinero, te estás ahorrando dolores de cabeza y además estás avanzando a una mayor velocidad, evitando muchos obstáculos, en definitiva haciendo las cosas como hay que hacerlas, así que ¡atenti con esto!

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.