1721 La marca personal es el nuevo currículum.
Hoy es lunes 17 de marzo, episodio 1721 de Marketing para gente como uno, y en este episodio te voy a contar por qué tu marca personal es más importante que un currículum a la hora de conseguir oportunidades profesionales.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
El currículum ya no funciona como antes.
Hoy vengo a hablarte de currículums.
Y la realidad es que el currículum ya no funciona como antes.
Para mí, es un papel con olor a naftalina, algo en desuso, como llevar a revelar un rollo fotográfico.
O sea, el currículum no va más.
El currículum en el pasado.
Antes, cuando ibas a buscar trabajo, lo único que había era el currículum.
Y alguien podría decir:
«No, pero todavía te lo piden…»
Sí, pero no sirve.
Porque, primero, nadie lee un currículum de principio a fin, a menos que seas, no sé, una eminencia en un campo específico.
Por ejemplo:
«Soy el CONICET y estoy por contratar a un científico especializado en células madre.»
Pero incluso en ese caso, si sos una eminencia, no necesito tu currículum.
Nadie le pide a Messi el currículum cuando lo contratan para un equipo de fútbol.
Si sos bueno en lo que hacés, no necesitás un currículum.
¿Se entiende la idea?
Es un ejemplo medio absurdo, pero sirve para explicarlo fácil.
Si sos bueno en lo que hacés, no necesitás currículum.
Y al revés:
Si necesitás currículum, es porque no sos tan bueno en lo que hacés.
Porque sos idéntico al resto de las personas.
Por eso necesitás un currículum.
¿Vas entendiendo cómo funciona?
¿Qué hacen los reclutadores y clientes potenciales?.
Entonces, ¿qué es lo que hacen los reclutadores?
Incluso tus clientes potenciales.
Porque donde digo currículum, también entra el típico inbox que te mandan:
«Hola, Carlos Malfatti, soy fulanito. Me dedico a editar videos. Soy buenísimo. Mirá mi porfolio.»
Si fueras buenísimo, yo ya te conocería.
Porque sigo gente que edita videos y que es buenísima.
Si no te conozco, es porque…
(Ahora, ojo, puede ser que realmente seas bueno).
Pero alguien también podría decir lo mismo de mí:
«Ah, ¿qué sabe de marketing? Si en su Instagram no hay cosas.»
Bueno, pero tengo un podcast con 1721 episodios.
O sea, en todo caso te diré:
«Andate a Spotify y ahí vas a ver.»
No te digo que sea el mejor, pero ahí hay evidencia de que sé de lo que hablo.
¿Cómo te evalúan hoy los reclutadores?.
Tanto si buscás trabajo en una empresa, como si ofrecés un servicio de manera independiente, tenés que demostrar quién sos.
Porque hoy la gente que recluta no solo quiere saber si sabés de lo que hablás.
También quiere ver:
- Cómo sos.
- Con quién te relacionás.
- Cómo hablás.
- De qué temas opinás.
- Si tenés buen humor o mal humor.
Imaginate que alguien me viene a pedir trabajo.
Lo primero que hago es buscar sus redes sociales, tratar de ver cómo es la persona.
Lógicamente, lo que las personas hacen público no siempre es la realidad.
Pero hay pistas.
Hay indicios.
Tu currículum no es lo único que van a revisar.
Entonces, por más que te esfuerces en hacer un currículum genial, detallado y con todo lo que sabés hacer, igual te van a buscar en Google.
Igual van a revisar tus redes sociales.
Van a tratar de ver si realmente sos quien decís ser y si sabés lo que decís que sabés.
Tomá el control de tu imagen digital.
No se trata de criticarte si todavía seguís llevando currículums para buscar trabajo.
Se trata de preguntarte:
¿Qué tal si tomás el control de esto?
¿Qué tal si mostrás lo mejor de vos?
Porque, a ver, esto hay que entenderlo.
Hace tiempo hice un episodio sobre esto:
Todos dejamos huella digital, lo hagamos de manera estratégica o no.
Cualquier persona que:
- Tiene una red social.
- Hace un comentario.
- Sigue a otras cuentas.
- Sube contenido.
Está dejando su huella digital.
Todo lo que hacés en internet deja rastros.
Entonces, lo que vos publicás, a quién seguís, dónde comentás, el tipo de comentarios que hacés, los temas que te interesan… todo queda registrado.
Si todo queda, ¿por qué no hacerlo de manera estratégica?
Si no tenés un perfil bien trabajado, te van a juzgar por lo que ven.
Sean:
- Reclutadores de una empresa donde fuiste a pedir trabajo.
- Potenciales clientes que quieren saber quién sos antes de contratarte.
La importancia de la coherencia entre lo que decís y lo que hacés.
Ahora que estoy trabajando en publicidad digital, hago clic en muchos anuncios para que me lleguen más publicidades.
Y veo cada cosa absurda.
Si vieras la cantidad de pseudoprofesionales que dicen ayudarte a crear videos virales, pero cuando vas a su Instagram no tienen ni un solo video viral, es tremendo.
Vos me podrás decir:
«Bueno, no todo el mundo que ve un anuncio se pone a investigar los perfiles para verificar si la persona realmente sabe de lo que habla.»
Tal vez no, pero cuando alguien te quiere vender un curso, una mentoría o lo que sea, es fácil hacer ese chequeo.
Y cuando alguien paga por un servicio, es lógico que quiera asegurarse de que la persona realmente sabe lo que dice saber.
Construí tu marca personal estratégicamente.
Si estás en una situación similar, no te estoy diciendo que salgas a mentir.
Pero ponete las pilas y trabajá estratégicamente tu presencia en redes sociales.
Diría incluso todo lo relacionado con tu marca personal.
Porque te guste o no, tenés una marca personal.
Todos la tenemos.
Entonces, en vez de hacerlo de manera desordenada, desprolija o poco profesional, adaptate a los tiempos que corren.
Tu identidad digital y tu identidad real.
Todos tenemos una doble identidad:
- Nuestra identidad real, la de todos los días.
- Nuestra identidad digital, lo que mostramos en redes y en internet.
Lo lógico y aconsejable es que no haya diferencias entre ambas.
Que seas genuino, coherente y honesto.
No hace falta compartir toda tu vida.
No se trata de que tengas que mostrar todo:
- Dónde vivís.
- Quiénes son tus hijos o tu pareja.
- A dónde te fuiste de vacaciones.
No.
Poné límites de acuerdo a tus gustos y a tu estrategia.
Ya hablé de esto en otros episodios.
No dejes tu imagen digital librada al azar.
Lo importante es que no podés dejar esto al azar.
Si no lo controlás vos, otros lo van a hacer por vos.
Tu marca personal es el currículum del 2025.
Tu marca personal, la tengas trabajada o no, existe igual.
Y hoy en día, es el currículum del 2025 y del futuro.
Ya no va más el papelito donde ponés que sos bueno en algo.
No, no, no.
Ahora tenés que demostrarlo.
Demostrar lo que sabés en internet.
Si estás en internet y tenés redes sociales, la gente tiene que decir:
- «Ah, mirá esta chica, este pibe, cuánto sabe de editar videos.»
- «Cuánto sabe de internet.»
- «Cuánto sabe de páginas web.»
- «Cuánto sabe de derecho.»
Y no necesariamente tenés que estar todos los días creando contenido.
Pero sí trabajarlo lo suficiente como para que haya pistas que demuestren que sabés de lo que hablás.
Que no sos alguien que improvisa o que está falseando su identidad y sus conocimientos.
Diferenciación y posicionamiento.
Lo lógico sería trabajar tu marca personal, porque esto tiene que ver con:
- Diferenciación.
- Posicionamiento.
Si te convertís en una marca personal potente, que además se transforma en una autoridad en tu sector,
Olvidate.
Nunca más vas a buscar trabajo.
Nunca más vas a buscar clientes.
Te van a buscar a vos.
Ese sería el escenario óptimo.
Si querés trabajar para alguien, también necesitás marca personal.
Ahora, si no querés trabajar por tu cuenta y preferís trabajar para alguien más, igual tenés que empezar a construir tu marca personal.
Mostrá:
- Tus habilidades.
- Tus conocimientos.
- Tu experiencia.
- Tus logros.
- Tus valores.
- Tu forma de ver las cosas.
- Tus aciertos y también, por qué no, tus errores.
Así, cuando te busquen en internet, van a encontrar algo real sobre vos.
Cómo complementar (o reemplazar) el currículum.
Si todavía te piden currículum y lo querés seguir usando, por lo menos sumale algo más.
Podés incluir:
- Tu LinkedIn.
- Tu Instagram.
- Tu YouTube.
- Tu TikTok.
- Tu blog o página web.
Si no querés hacer videos, pero te gusta escribir, podés demostrar lo que sabés a través de un blog.
Ejemplo: alguien que quiere trabajar en recursos humanos.
Supongamos que querés trabajar en recursos humanos.
Si tuvieras un blog donde hace dos años venís escribiendo un artículo por mes sobre el tema, podrías decir:
«Mirá, acá está mi blog donde hablo sobre recursos humanos.»
Si hiciste videos, podrías decir:
«Acá está mi TikTok donde explico cómo contratar gente.»
Y así, vas demostrando tu experiencia de manera real.
Ejemplo: alguien que quiere trabajar en repostería.
Imaginate que te encanta la repostería.
Hiciste un curso y querés empezar a trabajar, ya sea por tu cuenta o en un hotel o restaurante.
Si tuvieras contenido en redes sociales, podrías mostrar:
«Mirá, acá está mi TikTok, acá está mi Instagram. Acá tenés mis videos donde muestro cómo hago postres, técnicas, trucos y recetas.»
La gran ventaja de demostrar en vez de solo decir.
Si hacés esto, le sacás una ventaja enorme a la gente que va a pedir trabajo con las manos vacías.
Sin nada más que una hoja de papel diciendo:
- «Ay, yo sé hacer esto.»
- «Me recibí de abogado.»
- «Me encanta ayudar a las personas y mi sueño es…»
En el mundo digital, lo que importa es demostrar.
Cosas que nadie lee y en las que nadie cree.
Porque antes tenían importancia, pero en el mundo digital de hoy,
Lo que realmente importa es que vos demuestres que sabés lo que decís que sabés hacer.
¿Querés vender más?
Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?
- reservás tu lugar.
- nos conectamos.
- me contás sobre tu negocio
- y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.
❌ ¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
✅ Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.
Escribime y reservá ya mismo tu lugar.