1034 Ratabank, el Banco amarrete.
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Amigas y amigos hoy vamos a hablar de Ratabank un banco que llegó a mí a través de una publicidad en Facebook queriendo mostrar innovación, futuro y solvencia y solo dejó en claro que son unos amarretes. Este es otro gran ejemplo de lo que llamo «marketing contradictorio» algo que debés evitar a toda costa.
Transcripción del episodio.
¿Te pareció extraño el título de Ratabank?
Venía navegando por no recuerdo si era Instagram o Facebook y me apareció la publicidad de un banco. Un banco que quería demostrar que era un banco innovador con solvencia, no sé qué, no sé cuánto. Es más, ellos mismos dicen, el banco del futuro hoy.
Un banco que además, te aclaro, porque para hacer este episodio estuve buscando información, al momento de grabar este episodio tienen 40 anuncios en circulación en meta, o sea en Facebook e Instagram.
Bueno, me impactó la publicidad, una de esas 40, hice clic y llegué a una landing. Digo, bueno, a ver qué proponen, a ver qué tan innovadores, a ver si su propuesta de valor realmente cuadra con mis expectativas.
Además, como yo trabajo de esto, cuando salió Walla, cuando salió Brubank, cuando salió Willowbank, cuando salieron casi todas. Ahora no, porque en su momento había dos o tres, ahora hay como 40.
Bueno, no me voy a abrir cuenta en cada uno, pero me gustó la idea del banco digital, una aplicación desde ahí. Por eso le presto suma de atención a esto.
Una propuesta de valor es que no vale mucho.
Te cuento. Dice,
-invita y ganá. Dice, invita a tus amigos a vivir la experiencia X Podés ganar hasta 2500 pesos.
Si vos no estás, si estás en Argentina ya sabes que 2500 pesos es una cagada.
Obvio, más vale tenerlos que no, pero no te alcanzan para mucho. Más con toda esta movida del dólar, que sube, que no sube. Bueno, que sube, que sube.
Si no estás en Argentina, 2500 pesos, más o menos, yo que sé, ponele. Dólar blue, dólar no blue, serán 10 dólares.
¿qué te propone este banco?
Te propone que labures por ellos. O sea, básicamente que vos les consigas clientes, pero no clientes que, mira, tengo un amigo más o menos interesado, porque yo estuve viendo cómo es el asunto.
Vos tenés que invitar a personas y por cada persona que invites y que efectivamente se abra una cuenta en el banco, vas a ganar 500 pesos, que más o menos serán 2 dólares. Y si tenés la suerte de que 5 amigos o amigas o amigues tuyos abren su cuenta en este banco, te vas a ganar 2500 pesos, como para ir a comer una pizza y media cerveza.
Querido banco, querido banco innovador, querido banco del grupo, de un grupo tremendo de bancos que tienen su origen en España, que no quiero decir la región, porque si no ya sabes cuál es, pero no hay muchos, hay dos o tres, así que uno de esos.
A ver si entendí. Vos querés que yo trabaje para vos. Vos querés que yo te consiga 5 clientes por 10 dólares. Me estás jodiendo. Tanto me subestimas.
¿No se enteraron que los clientes en la actualidad estamos un poquito más informados?
A mí me gusta una frase siempre, no alcanza con ser. También hay que parecer. Vos venís acá y con tu marketing a decirme, y eso que a mí me gusta el marketing, pero vos venís y me decís, somos un banco innovador, que esto que el otro.
Loco, dos lucas, 2500 pesos. ¿Puedes ser tan rata? ¿Qué imagen me queda a mí de tu banco innovador y revolucionario que no tiene ni para…
No puedo ir a comer ni una pizza. 500 pesos por referido, no solo por referido, por cliente que se concreta. Vos me estás jodrobando.
¿Haces un episodio para criticar a un banco?
No, no hago un episodio para criticar un banco.
Hago un episodio porque este es un ejemplo perfecto de lo que alguna vez denominé el marketing contradictorio.
Vos querés dar una imagen, ¿sí? Impactás con tu publicidad a un demográfico específico, a un público objetivo, no sé qué.
Es decir, somos un banco innovador, un banco innovador que te ofrece 500 pesos que por poco y no te podés comprar ni un atado de cigarrillos.
No sé, ¿viste? Es como que no cuadra. Es un banco. Porque si fuera una lavandería, si fuera una fiambrería, si fuera la gomería de la esquina, bueno, yo puedo entender que don gomero no tiene mucho tiempo para el marketing. No se le ocurre nada. Vio que el otro regaló, no sé, sorteo un pollo y bueno, regalo 500 pesos. Puede ser.
Pero un banco, un banco que es propiedad de un grupo de bancos importantísimo a nivel mundial. Con un equipo de marketing que van a venir todos juntos y me van a cagar a trompada, por lo que dije, pero que debe ser gigante. Lo único que se le ocurre es esta grasada de regalar dos pesos con 50.
Tal vez yo sea demasiado puntilloso.
Tal vez soy un desubicado que no sé, les estoy entrando con los tapones de punta al equipo de marketing de un banco gigantesco que deben saber diez veces más o mil veces más de lo que yo sé y deben tener mucho más experiencia.
Puede ser, yo qué sé, tal vez, tal vez esté yo equivocado, pero la verdad no me cierras. Si yo fuese el dueño del banco me daría vergüenza.
¿Sos un banco, macho? ¿Sos un banco? ¿Cómo le vas a decir a los pibes? Chicos, vénganse a este banco, el nuevo banco. Somos la revolución, el banco del futuro. Sí, ¿cuánto hay? 2.500 pesos. Conseguime 5 clientes, 500 pesos cada uno y te llevo 2.500. Me estás cargando, flaco.
Me da vergüenza. En serio, te juro que me da vergüenza. Me pone los pelos de punta. Es como cuando la cadena electrodoméstico de tu ciudad dice, viene el día de mamá, agasajemos a mamá con un sorteo, llenas este cupón y te llevas mil pesos. Mil pesos, un par de medias. O una tostadora. ¿Una tostadora para mi vieja? No, gracias, metétela en… ¿Ya sabes dónde?
A veces te juro que no entiendo a la gente de marketing.
Te lo dice alguien del marketing, pero no lo entiendo.
Dije, esto es el marketing contradictorio. Es como decir, nuestro cliente está en primer lugar y vos vas a la oficina y no te atiende nadie. Un banco que debe mostrar solvencia, espalda ancha, músculo financiero. Anda con esta amarratada de 2.500 pesos.
Toma 500 pesos, conseguí mi cliente. Me estás jorobando. Quiero decir, bueno, ¿y no tienes una idea mejor? Sí, tengo ideas mejores. Hubieran hecho, no sé, una alianza con Spotify, con Netflix. Parece demográfico decir, te regalamos seis meses de suscripción, que más o menos en plata sería algo aproximado.
En vez de regalar 500 pesos por cada cliente, hagamos un sorteo de una Playstation y una suscripción, no sé, anual a todos los juegos que se te ocurra. Hago una fiesta temática a fin de año donde invito, no sé, a Vizarrap a pasar música o que venga María Becerra, Tin y el que esté de moda para esa gente que puede llegar a estar interesada en formar parte de mi banco digital novedoso, el Banco del Futuro.
Pero 500 pesos y 2.500 con suerte si conseguí cinco amigos, que además, mira, mejoró la cabeza que han hecho la matemática y saben que no vas a conseguir cinco. Entonces deben especular que este consigue dos. Bueno, le damos mil pesos y por mil pesos conseguimos dos clientes. Me estás cargando.
Cosas que pasan que te las comento, podrás estar o no de acuerdo, pero a mí esto me pone los pelos de punta. En fin, esto ha sido todo por hoy, no por mañana, porque mañana hablaremos de capacitación. Mejor, varias campanas que una sola. Te espero, chau chau.