1626 Un marketing sencillo para tu negocio.

Hoy es lunes 4 de noviembre de 2024, estamos en el episodio 1626, y te voy a mostrar cómo crear un plan de marketing simple pero efectivo. Si sentís que el marketing es un lío o que es solo para grandes empresas, quedate, porque este episodio te va a ayudar a dar un gran paso para mejorar tu negocio sin complicarte.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Cómo crear un plan de marketing sencillo y efectivo.

Bueno, no es novedad que el marketing es muy importante para poder vender en el mundo actual, en este contexto digital. Y mirá, este podcast es un ejemplo: ya van casi 6 años que cumplo ahora en este mes hablando de marketing. Te darás cuenta de que es un tema muy relevante. Pero ¿sabés qué? No todos los negocios hacen marketing, y eso es porque no saben cómo encararlo.

Pensarán que se necesita mucha estructura, mucho dinero, mucha inversión, y entonces lo dejan de lado. Justamente, de eso voy a hablarte hoy: cómo crear un plan de marketing para tu negocio sin que eso implique mucho dinero, mucho trabajo o que te vuelvas loco pensando. Vamos a hacerlo bien simple.

Así que si tenés un negocio y querés vender más, conseguir mejores clientes, o simplemente hacer que te encuentren, este episodio te va a interesar. Hoy es lunes 4 de noviembre de 2024. Estamos en el episodio 1626, y vine a hablar de marketing. Vine a hablar de cómo, si tenés un pequeño negocio y estás a los tumbos tratando de vender, podés mejorar a partir de un plan de marketing. Pero ojo, un plan sencillo, efectivo, adaptado a tu contexto y a los objetivos comerciales que persigas. Como dije antes, todo bien simple, bien claro.

Definir objetivos claros.

Lo primero de todo es definir los objetivos. ¿Y de qué hablo cuando hablo de definir objetivos? Bueno, mencioné antes los objetivos comerciales. Cada negocio tiene una realidad distinta y quiere alcanzar cosas diferentes: más clientes, más ventas, mayor rentabilidad, o quizás mejorar la presencia digital. A lo mejor querés más seguidores en redes sociales, optimizar la performance de tu sitio web para lograr más conversiones, o que cuando alguien busque en Google, tu negocio aparezca. Eso es lo que se llama SEO.

Entonces, el primer paso para cualquier plan de marketing —y esto no es solo un plan sencillo, sino para cualquier plan en general— es definir tus objetivos. Y no me voy a meter en el tema de los objetivos SMART, esos que son medibles, alcanzables, etc., pero la idea es más o menos esa. Definí, por ejemplo, que querés aumentar tus ventas en un 20% en seis meses, y a partir de ahí ver cómo lo vas a lograr.

Porque si no tenés claro a dónde querés llegar, no podés crear un plan. ¿Querés más seguidores? ¿Querés un mejor posicionamiento de tu sitio web? ¿Más ventas? Clarificá esto primero, porque de eso dependerán los pasos que sigas.

Conocer a tu audiencia.

El segundo punto, y esto es algo que siempre repito, es entender a quién le vendés. Mirá, todo lo que uno vende es una solución, pero no es una solución al aire. Es una solución concreta para un problema puntual que tiene un grupo de personas. Ese grupo lo representamos con términos como «cliente ideal» o «avatar».

¿Y qué implica conocer a tu audiencia? Implica meterte en la cabeza de tu potencial cliente. Por ejemplo, si vendés tortas artesanales para cumpleaños, no alcanza con decir: «Hago tortas artesanales para cumpleaños de niños entre 2 y 10 años». Tenés que entender cómo es la vida de esos padres que van a comprarte. ¿Por qué te eligen a vos y no hacen la torta ellos mismos? ¿Es porque no saben cocinar, no tienen tiempo, o porque quieren evitar el estrés de que algo salga mal en el cumpleaños? ¿O tienen miedo de que no quede bien y quedar mal como padres?

Tenés que conocer esas preocupaciones, meterte en la conversación interna que esa mamá o ese papá tienen. Porque eso es lo que te va a permitir hablarles de manera directa y conectar con ellos. Es fundamental, y esto no es solo para los que venden tortas: aplica a cualquier negocio. Saber qué piensa y siente tu cliente potencial es lo que hace la diferencia.

Crear una propuesta de valor.

El siguiente paso es pensar en tu negocio y decir: «Bueno, ya definí mis objetivos y sé a quién le estoy vendiendo». Ahora tenés que crear una propuesta de valor que le diga a ese cliente: «Mirá, mi producto es la mejor solución para vos». Y esto tiene que estar basado en tus fortalezas. Si tenés un negocio de tortas y sos un maestro en decoración, usá eso a tu favor. Si tenés un negocio de servicios y tenés años de experiencia, destacalo.

La propuesta de valor no es lo que tiene valor para vos, sino lo que tiene valor para tu cliente. Esto debe ser algo que se note en tu sistema de comunicación. Cuando esa mamá o ese papá encuentren tu contenido o tu publicidad, deben pensar: «Esta persona entiende mi problema y tiene la mejor solución».

Desarrollar un sistema de comunicación.

Después de definir tu propuesta de valor, tenés que convertir eso en un sistema de comunicación. Porque no se trata solo de hacer un posteo en Instagram y listo. Tenés que tener una manera consistente de comunicar tu mensaje en todas las plataformas: redes sociales, tu web, WhatsApp, publicidad, donde sea que estés.

Tu negocio tiene que tener una voz y una manera de hablar que lo diferencie y lo haga único. Y esa comunicación debe estar orientada a resolver los problemas de tu cliente, no a hablar de lo maravilloso que es tu producto. Todo tiene que ser estratégico.

Acciones concretas basadas en la estrategia.

Ahora que tenés todo eso claro, el próximo paso es pensar en acciones concretas. Pero, ojo, estas acciones deben estar alineadas con la estrategia general. No es cuestión de hacer cosas al azar. Si decís que tu objetivo es aumentar las ventas a través de Instagram, bueno, pensá cómo podés hacerlo de manera distinta. Analizá qué hace la competencia y tratá de destacarte con algo único.

El contenido que publiques tiene que ser súper relevante y captar la atención de tus clientes potenciales. No hagas contenido porque sí, ni copies a los demás. Ya hiciste la tarea de entender a tu audiencia, así que usá eso a tu favor. Creá algo que realmente impacte y haga que la gente te preste atención.

Ejecución y medición.

Finalmente, tenés que poner todo esto en práctica y medir los resultados. Lo que no se mide, no se mejora. Si algo no funciona, cambiá lo que sea necesario. Si algo da buenos resultados, hacelo todavía mejor. Es un proceso constante de prueba y error, pero no te asustes: todos los negocios pasan por esto.

Lo importante es empezar y ajustar sobre la marcha. Nada es perfecto desde el principio, y eso está bien. Lo fundamental es accionar, hacer, y aprender de la experiencia.

Por lo pronto, no tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana. Porque mañana nos volvemos a encontrar. Te espero.

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