1310 Miedo a no saber lo suficiente.

¿Te cuesta arrancar tu proyecto porque pensás que es más lo que no sabés que lo que sabés? Tranqui, es bastante normal, incluso es una de las manifestaciones más comunes del síndrome del impostor. En este episodio vamos a ver de qué se trata esta limitación y también te voy a dar algunas sugerencias para superar este obstáculo..

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Transcripción del episodio.

La importancia del conocimiento en los emprendimientos.

Te pregunto, ¿qué tan importante es el conocimiento en lo que vos deseas o estás emprendiendo? Capacitarte, formarte es importante, ¿le das la importancia que merece? ¿Invertís tiempo e incluso dinero para aprender lo que no sabes o para perfeccionar tus conocimientos?

Bueno, esto es muy importante, muy positivo porque hoy el mundo gira a una velocidad nunca vista y las cosas que aprendimos hoy, quizás dentro de una semana, un mes, tres meses o un año, ya son obsoletas o, por lo menos, hay cosas nuevas que han surgido y estamos casi obligados, prácticamente en cualquier actividad, a capacitarnos en forma permanente.

Parálisis por análisis.

Entonces, si vos te capacitás, le das importancia y lo haces para brindar mejores servicios o productos, o para que tu negocio marche mejor o vos crezcas como profesional, ¡me parece fenómeno!

Ahora, lo que no está del todo bueno es cuando sentís que te falta algo.

Vos aprendés y sentís que te falta aprender aún más y entonces esto termina limitándote, no te animás, no arrancas.

«Quiero hacer esto, este negocio», «me quiero dedicar a las consultorías», «quiero ofrecer servicios de diseño web», «quiero dedicarme al copywriting», «que quiero gestionar redes sociales» o «quiero hacer publicidad digital y ofrecer mis servicios a los negocios.»

Pero claro, hay tanto afuera, tanto para aprender que nunca arrancas porque dentro tuyo consideras que deberías ser experta o experto y no lo sos.

Entonces, esto te limita y esta es una de las tantas caras que presenta ese denominado síndrome del impostor.

Síndrome del impostor y la paradoja del conocimiento

Algunas consideraciones.

Síndrome del impostor.

La primera es que está muy emparentado con el perfeccionismo y ya hablamos que el perfeccionismo no es algo positivo.

Sí, es positivo tener responsabilidad a la hora de realizar una tarea y hacerla de la mejor manera posible, de la forma más eficiente y, si tenés clientes, buscando que tus clientes tengan buenos resultados, eso está perfecto. Pero el perfeccionismo es algo que no existe, es un norte al que nunca vas a llegar y, en la mayoría de los casos, te va a limitar.

Y esto de no sentirte experto o experta, de sentir que te faltan conocimientos para abordar una tarea, para arrancar un proyecto, está bastante emparentado con lo anterior.

La paradoja del conocimiento.

Pero hay otra cosa y esto es vital, lo que se denomina por ahí la paradoja del conocimiento. En la medida que uno comienza a adquirir más conocimiento, se capacita, se forma, resulta que empezás a darte cuenta que todo lo que te falta aprender es inmensamente más grande que lo que aprendiste. O sea, vos aprendiste 10, tenés un millón de cosas para aprender.

Aprendiste 100 mil, tenés 20 millones de cosas. Esto no termina nunca y, en la actualidad, a diferencia de lo que podía pasar hace miles de años, no hay personas sobre la faz de la tierra que pueda abarcar todo el conocimiento existente. Porque además, cualquier actividad que vos desarrolles, se va dividiendo en porciones cada vez más pequeñas y uno, si profundiza en cada una de ellas, hay un mundo.

Un ejemplo: diseño web.

Recién cité el ejemplo del diseño web, uno puede aprender a crear sitios web con cualquier herramienta, ponerle WordPress y ofrecerla a sus clientes y no necesitas mucho.

Hay ciertos conocimientos, pero no es que necesites, ¡wow! qué cantidad de conocimientos necesito. Pero si a vos te aqueja, está limitante de considerar que hasta no sentirte experto o experta no te animás, bueno, vas a encontrar un mundo.

  • Todo lo relativo a usabilidad
  • todo lo relativo a experiencia de usuario,
  • todo lo relativo, por ejemplo, a hosting,
  • todo lo relativo a diseño,
  • lo relativo a lenguajes de programación,
  • todo lo que tiene que ver con plugins,
  • lo que tiene que ver con programación de plugins,
  • lo que tiene que ver con la edición completa del sitio que hablé en otros episodios.

Si vos te pones a escarbar, encontrás que dentro de esto que denominamos «diseño de sitios web», hay un montón de otros campos de acción que a su vez donde empezás a profundizar, no se agotan.

Entonces, están quienes dicen, «bueno, o sea, con esto me alcanza, arranco».

Y están quienes dicen, «no, ¡uh! pucha, mira, ¡uh! qué importante es esto, voy a estudiar sobre esto. ¡Ay! qué importante esto también, voy a estudiar sobre esto». Y a consecuencia, nunca arrancan.

Sienten y cada vez más que les falta, «me faltan muchos conocimientos. ¿Cómo voy a empezar si me falta mucho?» Por eso, en la medida que más aprendes, más te das cuenta todo lo que te falta. Así que atención con esto.

El valor de la experiencia.

Otra cosa también a considerar es que el conocimiento, llamémosle académico o que uno se forma a partir de escucharnos en un podcast, mirar vídeos, tutoriales o hacer cursos, es apenas una parte. Importante.

Obviamente, porque uno puede cortar camino, puede ahorrarse mucho tiempo, puede ver cómo los demás resuelven los problemas que nosotros estaríamos por enfrentar al dedicarnos a determinada actividad, pero es apenas una parte.

Si vos no te animas a arrancar, te estás perdiendo la otra cara que es súper relevante, que es la experiencia.

No hay nada mejor que enfrentar el mundo real y esto nadie te lo puede transmitir.

El mejor educador, el mejor formador, la mejor influencer no puede transmitirte jamás lo que es enfrentar el mundo real.
Yo podría hablarte horas y horas y horas de lo que significa hacer un podcast, pero hasta que vos no te pones a hacer el tuyo propio, no vas a comprender en profundidad todo lo que conlleva, todo ese pequeño universo de cosas a las que tenés que atender, cosas que tenés que hacer, mejorar, planificar.

Conclusión: arrancá lo antes posible.

Entonces, para ir cerrando el episodio, si a vos te pasa esto de sentirte que pucha, quiero arrancar un proyecto, pero resulta que y me falta mucho, yo te diría, obvio, no improvisar, no arrancar, o sea, no sabes nada de nada y si no tengo idea que es WordPress, no sé, bueno, voy a ofrecer diseño web. No, tampoco es eso.

Pero sí con los conocimientos necesarios que creas que tenes, ¿te animas? Bueno, arranca, enfrenta el mundo real.

La teoría, la formación está perfecto, pero la experiencia no tiene comparación con nada. Por lo tanto, no es fácil, no es fácil animarse, no es fácil enfrentar, pero de verdad es lo mejor que podés hacer.

Bueno, eso es todo por el episodio de hoy. Espero que te haya servido, que te haya gustado, que te haya inspirado y te haya movido a la acción. Hasta la próxima. ¡Chau, chau!

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.