1850 Tus clientes no te compran porque no saben qué comprarte.

Hoy, viernes 12 de septiembre de 2025, episodio 1850, te cuento por qué tus clientes no te compran aunque tengas servicios buenísimos. El problema no es tu oferta, sino que ellos no saben cuál elegir. La clave está en educar y guiar.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Soy Carlos Malfatti, consultor de marketing, y si querés mejorar tu vida mejorando tu negocio gracias al marketing, contactame en https://carlosmalfatti.com. 🎵 Música: «Golden Sunrise (Instrumental)» de Josh Woodward. Descarga libre y licencia Creative Commons Attribution 4.0 en https://www.joshwardwoodward.com/song/GoldenSunrise.

Tus clientes no se levantan a la mañana pensando en tu «Servicio Premium Plus». Se levantan con un problema y buscan una solución clara. Si tu página web o tus redes sociales parecen una heladería con 50 gustos distintos, estás confundiendo a la gente y perdiendo ventas. Te explico por qué menos es más y cómo simplificar tu oferta para que tus clientes entiendan qué les vendés y te elijan a vos.

Tus clientes no te compran porque no entienden qué les vendés.

A veces, o en la mayoría de los casos, todo el mundo confunde a sus potenciales clientes. Y levanto la mano porque en otras épocas, cuando recién arranqué, también confundía a la gente. En mi página web le hablaba de cantidad de servicios, todos con un nombre distinto, y la gente se quedaba en ascuas.

Ojo, no estoy diciendo que no tengas que tener un porfolio con distintas líneas de ingresos, pero en ciertos contextos, es conveniente ir dando soluciones empaquetadas para distintos momentos de los clientes. Lo que pasa es que mucha gente hace un listado de 7 u 8 servicios distintos y la gente no sabe nada, no entiende.

El problema de la heladería de 50 gustos: por qué confundís a tu cliente.

Las personas que llegan a tu web o a tus redes no conocen lo que vos vendés como vos lo conocés. Si en tu web tenés servicio 1, 2, 3 y 4, la gente se confunde. Es como la heladería: si vas a una y hay 50 gustos, seguramente elijas los que elegís siempre. ¿Por qué? Porque el cerebro se abruma y no quiere tanto lío.

A la gente le pasa lo mismo, y más aún si ni siquiera tiene idea de cuál de esos servicios le resuelve el problema. Si en mi sitio web dijera «te puedo ofrecer publicidad, contenido, funnel, email marketing, automatizaciones…» y pusiera 85 servicios diferentes, la gente se marea.

Primer paso: ponete en los zapatos de tu cliente y auditá tu oferta.

El primer paso es entender que tu potencial cliente no sabe lo mismo que sabés vos. Metete en tu sitio web, en tus redes o en tu landing page y mirá la oferta. Fijate si tenés un listado enorme de servicios y pensá como si fueras alguien que no sos vos, a ver si realmente se entiende lo que estás ofreciendo.

Y ojo con esto, tenés que hablar en un lenguaje que la gente entienda. Muchos se ponen a hablar en jerga técnica que no entiende ni magoya. Tenés que escribir como si fuera para un pibe de 10 años.

Dos caminos para solucionar la confusión (que se pueden combinar).

Entonces, ¿cómo se resuelve esto? Acá tenés dos opciones, y una no quita la otra.

La primera es educar a los clientes. Creá contenido o hacé publicidad donde vayas educando en la parte alta del funnel. Así, atraés potenciales clientes enseñándoles cómo podés solucionar sus problemas. De tanto escuchar, se darán cuenta de cuál es su verdadero problema y vendrán a vos buscando una solución específica.

La otra opción es presentar una solución general. En mi caso sería «che, me dedico al marketing, si tenés un problema de marketing, vení». Y llegará a mí un cliente que no tiene muy claro qué necesita, pero entiende que yo se lo puedo solucionar. Entonces, en una conversación, yo le estaría dando una solución a medida, un pequeño asesoramiento.

El error del «bazar turco»: no vendas de todo un poco.

No tenés que abrumar a las personas. Si solucionás un problema, tratá de ser lo más concreto posible. Si llenás tu Instagram o tu página web de 59 soluciones, la gente se abruma. Y peor todavía cuando esas soluciones no tienen mucho que ver entre sí.

Yo también lo hice. En una época ofrecía diseño web, diseño gráfico, diseño de sonido, marketing… una locura. Eso ya parece un bazar turco, no el sitio de alguien profesional. A veces, tenés la experiencia y los conocimientos, pero no lo estás sabiendo transmitir porque estás confundiendo a la gente.

La máxima de oro: si los confundís, los perdés.

No es que esté mal tener verticales en tu web. Obvio que podés tener una landing para cada servicio. Pero no tengas todo junto en la misma página, en tu home o en tu Instagram, porque la gente no va a saber qué elegir. Se va a abrumar, se va a confundir y va a decir «no entiendo nada», y se va a ir a ver a otro que se lo explica mejor.

Hay una máxima en esto del marketing que es: si los confundís, los perdés.

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