1333 Perfeccionarse es bueno, el perfeccionismo es malo.

Perfeccionarse o sea, querer mejorar cada vez más, evolucionar, progresar, aprender, etc. es bueno y recomendable. Sin embargo su primo el perfeccionismo es algo que te imploro que evites a toda costa porque puede llevarse puesto a tu negocio e inclusive quitarte las ganas de emprender. Cuidado, no es chiste.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Transcipción del episodio.

El síndrome del perfeccionista

Muy bien, hoy vengo a hablarte del síndrome del perfeccionista, pero desde un punto de vista un poquito más amplio, añadiendo otra componente que sería el perfeccionarse.

Es como que en cierto modo hubiese un punto de partida compartido, un tronco común. No digo que sea exacto, pero a los efectos de lo que te quiero explicar hay bastantes semejanzas.

Perfeccionarse es un camino

Puedo decirte, al menos desde mi punto de vista, que lo de perfeccionarse, lo cual lo veo con muy buenos ojos, me parece muy positivo, surge de un sentimiento que podríamos denominar de incomodidad.

Una persona X entiende que puede mejorar su salud, sus negocios, puede ser más productiva, puede socializar mejor con su entorno, con familia, con amigos, puede adquirir y mantener mejores hábitos, entonces de este modo se va perfeccionando.

Y esto de perfeccionarse es, si se quiere, y lo relaciono con lo que alguna vez te dije de la mejora continua del Kaisen, un camino, un camino que implica que uno va dando un paso detrás de otro, y que lo disfruta, y que está bien, y que lo hace de forma decidida porque quiere cambiar de estado, o sea, ir hacia algo mejor.

Se trate de asuntos relacionados con la vida, o asuntos relacionados con el emprendimiento o los negocios.

El perfeccionismo y su insatisfacción

De la otra vereda está el perfeccionismo, que en algún punto pareciera que tiene un poquito o algo positivo.

Decís, bueno, se trata de alguien que no está conforme con lo que hace y entonces trata de hacerlo mejor,.

Sin embargo, no es tan así.

¿Y por qué no?
Bueno, porque la persona que se perfecciona, que entiende que en su vida o en su trabajo hay mucho que mejorar, pone foco en la mejora, pero no denosta lo hecho, ¿sí? No ve el vaso vacío.

En todo caso, puede tener un grado de objetividad o no, pero decir, bueno, listo, entiendo que es natural que no se me dé esto y que tengo que aprender un poco más, entiendo que no nací sabiendo, como digo siempre en el podcast, y puedo mejorar.

En cambio, la persona perfeccionista, y de esto sé mucho porque lo he sido durante un largo tiempo y si vamos al caso, hay momentos en los que todavía me ataca, el perfeccionista nunca está conforme.

No está conforme porque siempre le parece que lo que hace se podría haber hecho mejor. Por lo tanto, vive en un permanente estado de insatisfacción.

La inacción del perfeccionismo

Y esto, cuando hace, porque una de las caras más atroces del perfeccionismo es la inacción, es quedarse quieto por el temor de enfrentar la posibilidad de hacer algo y que no esté bien hecho, no estar a la altura.

Por eso digo, perfeccionarse está bien, es aconsejable, avanzar, progresar, crecer, educarse, adquirir nuevos hábitos, habilidades, conocimientos, aplicarlo, experiencia, eso está genial.

La propia raza humana no sería lo que es hoy si no hubiera utilizado este método o no hubieran dado este camino. En cambio, el perfeccionismo realmente es un estado que no le desea a nadie.

El emprendedor que busca la perfección no avanza o lo hace con dificultad.

Y por eso este tipo de episodios los hago adrede porque entiendo que en esto del emprendimiento es muy común, es muy común que haya gente que nunca esté conforme, o que tenga temor, o lo que alguna vez hablamos del síndrome del impostor.

Yo te comenté en algún episodio lo que ocurrió con el podcast, llegué a grabar, eran como 30 más o menos, no me gustó ninguno, los borré y al final ese año no salió el podcast, salió al año siguiente.

Pues fíjate que por querer hacer algo perfecto, de hecho quería hacer algo perfecto a partir de una única opinión que era la mía, sobre una actividad que la estaba realizando por primera vez y que evidentemente por esa razón era mejorable.

La persona perfeccionista nunca está satisfecha y se autoflagela.

El asunto con la persona perfeccionista es que diría algo grosero que se suele decir, no hay nada que le venga bien.

Si hace algo no está conforme, siempre le busca la quinta pata al gato y para colmo relaciona la tarea con sí mismo o con sí misma.

Imagínate, tengo que hacer una tarea, la hago, le busco los defectos, pienso que no está hecha como tendría que estarlo y entonces me juzgo, juzgo mi capacidad, juzgo mis habilidades, mi conocimiento, o sea me bajo el precio a mí también.

Y un perfeccionista ni siquiera está contento cuando hace algo, porque cuando hace algo y todo el mundo dice

che, qué bueno te salió,

el perfeccionista responde: – bueno era fácil .

No le da valor como decir, bueno esto me salió bien porque era fácil, no porque yo haga las cosas bien.

Para el perfeccionista lo que no sea perfecto es un fracaso y te imaginarás que en el universo no existe nada perfecto, bueno alguno podrá decir el propio universo, Dios lo que sea, pero bajado al plano de nuestro día a día, que hay perfecto, nada.

Cómo combatir el perfeccionismo

Entonces y a continuación, para cerrar el episodio, voy a darte un pequeño ejercicio, por lo menos una manera de entre comillas «hackear» esta historia de pretender buscar la perfección.

Ya dijimos que perfeccionarse es positivo, para eso no tengo que decirte nada.

O sea simplemente alentarte a que trates de mejorar de manera continua en tu trabajo o en tu vida, porque eso te va a gratificar, eso te va a mantener en actividad, te va a mantener vital, con la cabeza funcionando, con ganas, con motivación, o sea que sobre eso nada tengo que decir.

Ahora, sobre el perfeccionismo, si te aqueja lo que alguna vez me pasó y que a veces todavía me pasa, tengo que decirte que en mi caso personal, y por eso te invito también a que lo hagas, he implementado una manera de sortear eso.

Cuando tengo que realizar una tarea, o mejor dicho antes, cuando tenía que hacer algo, lo hacía una, dos, tres, cuatro, cinco veces o más, hasta que finalmente se vencía el plazo, o me daba por vencido y terminaba aceptando que eso era lo mejor que podía hacer.

Y esto implicaba que demorase mucho tiempo, que invirtiera demasiado tiempo en algo que ni siquiera valía la pena.

Porque si son cosas muy importantes, bueno, yo que sé, ponle, le dedicamos tiempo, analizamos desde distintos lugares por las dudas, no vaya a ser que me equivoquen esto, pero el perfeccionista es como que está con el chip todo el día, incluso en cosas pequeñas y tontas, trata de, wow, no vaya a ser que pareciera que está todo el día dando examen y eso es agotador.

Un enfoque más práctico para dejar el perfeccionismo.

Entonces, de ahora en más, cuando vos tengas que hacer algo, imaginate, no sé, un contenido para tus redes sociales, un presupuesto para un cliente, los textos de tu sitio web, lo que sea, negocia con vos.

Decí: –bueno, mira, te voy a dar tres opciones, hacerlo, rehacerlo una vez, en el caso de que no estés conforme, una tercera vez y listo, eso para empezar.

Cuando te acostumbres, la próxima vez lo vas a bajar a dos, a la tarea y su revisión, hago la tarea, hago la revisión y entrego y vas a ver poco a poco cómo vas a ir sacándote de encima esa idea de buscar la perfección.

¿Y sabes por qué?
Porque te vas a dar cuenta que aquellas cosas que a vos te parecían que estaban mal, a la mayoría de la gente le pasan totalmente desapercibidas, o sea, vos le das demasiado valor, esto me ha pasado un montón de veces.

Trabajar un montón, hacer un montón de cosas pensando que la gente le va a dar un valor supremo y que si hacía menos lo iban a ver como algo de poco valor y la verdad es que no ocurre, todo esto lo tenemos en la cabeza, por eso te digo, probá esta nueva forma de encarar las cosas cuando notes que sentís la necesidad de hacer algo perfecto y vas a ver cómo poco a poco lo vas a ir corrigiendo y te vas a dar cuenta que al final no era para tanto.

¡Manos a la obra! ¡Terminá con tu perfeccionismo!

Así que bueno, espero que este episodio haya sido de utilidad para vos, que puedas terminar con esta manía de quere hacer todo perfecto, no vale la pena porque además de ser subjetivo es imposible.
En fin, no tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana, porque mañana nos volvemos a encontrar, chau chau.

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.