1299 Romper acuerdos previos para salvar tu vida y negocio.

Todos nos equivocamos de una u otra manera cuando comenzamos a emprender, y trabajar con los clientes incorrectos, está en el podio de las equivocaciones. En este episodio vamos a ver cómo pegar el volantazo cuando te equivocaste, como modificar el rumbo para no quedar atado de por vida a una mala decisión.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Transcripción del episodio.

Una aclaración si no sos de Argentina.

Antes de empezar, lo de canchero. Si no sos de Argentina, tal vez no conozcas el término.

«Canchero» es como, a ver, como cool, ponéle, como alguien que se la sabe todas, o que por lo menos no es ningún tonto.

Y aplicado a esto que acabo de mencionar, es como alguien con cierta experiencia, con cierta… Es como que, no sé, vos tenés que manejar una herramienta, al principio no sabes nada y después de un mes estás canchero.

Bueno, se usa así, por eso decía, cuando uno ya está un poquito más avispado, hay decisiones que no las toma.

Las Decisiones Iniciales en Emprendimiento.

Pero cuando estás empezando a emprender y muchas veces tomas las decisiones que podés, con la información que tenés en el momento, con la experiencia, con los conocimientos, también con los miedos.

  • Si no hago este tipo de trabajo que me piden, no voy a poder ganar dinero,
  • Si no acepto a este cliente, no voy a conseguir otro cliente, etc.

Cuando uno arranca, puede que haga este tipo de cálculos, razonando, como dije, con las herramientas y la información del momento, los conocimientos y esos miedos que mencioné. ¿Qué es lo que puede ocurrir?

Consecuencias de Decisiones «delicadas».

Bueno, lo que te comenté en la intro, que quedés pegado a una decisión que no era la más conveniente.

Vamos a suponer que vos arrancas un emprendimiento vendiendo tortas para cumpleaños de niños y niñas.

Y como tenés miedo, como no tenés información, como lo hacés por primera vez y además también lo hacés un poquito por necesidad, salís vendiendo muy barato, pero muy barato, que es un ejemplo clásico.

Donde dije tortas, decí diseño gráfico, donde digo diseño gráfico, decí diseño web, donde digo diseño web, decí uñas esculpidas, es lo mismo.

Quien no sabe, sale a vender por precio y trata de ir lo más barato posible.

Pero claro, al principio, cuando llegan tus primeros clientes, digo

-¡que bueno!, la verdad, bueno, está bien, no cobro mucho, pero por lo menos no me falta trabajo, ingreso o dinero.

Claro, eso es al principio, pero cuando pasa un tiempo, ya la cosa se pone cuesta arriba y de esto he hablado en varios episodios.

Trabajas mucho, ganas poco, estás dejando toda tu vida en el trabajo y no notás una diferencia. Terminas presa o preso de esa mala decisión.

Pero también te puede pasar en el otro extremo, te dedicas a algo profesionalmente, no sé, sos contador y de repente la oportunidad de trabajar para una gran empresa, un gran cliente.

Y ese gran cliente termina generándote 50% de los ingresos de tu negocio.

Al principio parece bueno que un solo cliente te de la ganancia que te darían 3, 4 o 5. Parece una buena noticia pero podría no serlo.

Porque si este cliente te absorbe un montón de tiempo, te pide un montón de cosas y además desbalancea tu negocio porque si un día parte te quedas de un día para el otro sin el 50% de tus ingresos.

Cambiar tus decisiones es sano para tu negocio.

Entonces digo, hay muchas decisiones que uno toma en su negocio, en su emprendimiento y también por qué no en su marketing, que las toma porque es lo mejor que pudo hacer, pero no significa que sea lo mejor que pueda hacerse.

Uno toma esas decisiones cuando empieza, pero hay un momento en el que tenés que frenar, analizar tu situación, tu contexto y en cierto modo renegociar con vos y renegociar con los demás y decir bueno, para, para.Todo muy bonito, pero esto así no puede seguir.

Por eso este episodio lleva como título romper acuerdos previos para salvar tu negocio.

No hablamos de incumplir la palabra o los acuerdos.

Y aquí no se trata de que incumplas tu palabra, no se trata, no se trata de dejar en banda a nadie, se trata de decir por este camino que estoy yendo no voy a lograr mucho o voy a lograr mucho menos que si cambio.

Y ahí es donde tenés que modificar lo que sea necesario, hablar con quien sea necesario y meter esos cambios para que tu realidad sea distinta, para poder llegar ahí donde querés llegar, lugar al que evidentemente nunca llegarás si seguís haciendo las cosas de este modo.

Adaptar tus productos, precios, clientes a tu nuevo contexto.

Y a veces no tiene que ver solo con precios o clientes, a veces tienen que ver con productos, por ejemplo, con lo que vos querés hacer.

Yo comencé con el diseño de sitios web, o sea, hace muchísimos años, década del 90, diseño gráfico, eso me llevó al diseño de sitios web previo a la aparición de una tecnología que se llamaba Flash.

Luego dejé el diseño web porque no me gustó Flash, esto lo conté varias veces, me dediqué a otras cosas, volví después de un fallido programa de radio, fallido en lo económico y me puse a diseñar mi sitio web.

Aprendí a diseñar sitios web, ofrecí sitios web, empecé a vivir de eso, me encontré con el marketing, me fascinó el tema del marketing, hice el podcast y ahora estoy haciendo las consultores de marketing.

Pero hubo un momento en el que tuve que cambiar, si vos vas a los primeros episodios vas a ver que hablo muchísimo de Joomla, que hablo de WordPress, que hablo de Prestashop, que hablo de diseño web, porque me dedicaba al diseño web.

Pero un día tuve que frenar y decir no hago más diseño web y esto implicó negociar conmigo, sacarme de encima los miedos, las dudas y toda una serie de cuestiones y también con clientes a los que por ejemplo les hacía el mantenimiento de sus sitios web.

Les comuniqué que ya no me dedicaba al diseño web.

¿Por qué? Porque ahora mis objetivos profesionales son otros.

Ahora no quiero dedicarme más a esto y esto no implica que eventualmente por alguna circunstancia puntual y para sitios muy sencillos corporativos, bueno, instalo WordPress y lo hago, no tengo drama. Pero no es algo que yo ofrezca.

Analizá porqué estás haciendo lo que hacés.

Prestá mucha atención a cómo va tu negocio, cómo va tu emprendimiento, fíjate si te completa en todos los ámbitos posibles, si estás a gusto, si estás ganando buen dinero, si tienes tiempo para el ocio, para tu familia, para capacitarte, para descansar.

Mira también si son tus mejores habilidades las que estás poniendo en el mercado o resulta que estás haciendo eso por costumbre pero en realidad lo tuyo sería algo distinto donde podrías brillar más.

Todo esto tenés que analizarlo porque es una forma de que tu negocio, tu emprendimiento pueda crecer en la medida que vos vas creciendo y siempre sea algo que te motive.

Por supuesto que hay altibajos, uno no está todos los días a tope feliz de la vida pero vas a estar mucho más feliz, mucho más completo a completo si analizas esto y tomas las decisiones de ahora con la información de ahora con los conocimientos y la experiencia de ahora en vez de seguir un camino que tomaste hace quizás seis meses, un año o más tiempo.

Comunicá tus decisiones sin romper con tus clientes o proveedores.

Por último no se trata de andar ni peleándote con la gente, ni se trata de ser descortés, ni romper lanzas. Se trata de explicar a quien corresponda el cambio que te decidiste hacer.

Así que finalizando, fíjate cuáles son tus objetivos personales y profesionales, trata de llevarlos al día, ¿para qué? y para no tomar decisiones que vayan en contra de lo que deseas hoy y de tus objetivos futuros.

Para esto vas a necesitar reservar tiempo, de tanto en tanto sentate un rato a pensar este tipo de cosas.

Si estás arrancando y todavía no te sentís con la soltura de hacer esto, por lo menos, por lo menos, haz lo siguiente, cuando alguien te ofrezca algo no digas que sí enseguida, pensalo, pensalo cómo eso puede impactar, no sólo en tu presente sino en el futuro de tu negocio.

Por ejemplo vos querés desarrollar una actividad y no te está ingresando la cantidad de dinero que desearías y te cae alguien con una propuesta de dedicarte algo que vas a ganar diez veces más, bueno puede ser tentador y a ver dependiendo el contexto hasta puede ser sabio decir que sí, pero también puede ser que estés cavando tu propia fosa.

Que digas que sí a algo y eso te saque totalmente de tu camino y después no puedas regresar porque vas a estar atada a un dinero o atado a un dinero que te ofrecieron.

En fin, espero que estas sugerencias sean de utilidad para vos, aprovecha el fin de para reflexionar y esto ha sido todo por hoy y también por mañana, porque mañana es sábado, desenchufa, descansa, pasalo lindo que el lunes nos volvemos a encontrar, chao, chao.

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.