1825 Un negocio sin marca tiene la muerte anunciada.

Si creés que con tener un buen producto es suficiente, tu negocio está en peligro. Cualquiera puede copiarte y pulverizarte de la noche a la mañana. Hoy, viernes 8 de agosto de 2025, episodio 1825, te explico por qué necesitás una marca para construir un muro contra la competencia y multiplicar tus clientes.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Soy Carlos Malfatti, consultor de marketing, y si querés mejorar tu vida mejorando tu negocio gracias al marketing, contactame en https://carlosmalfatti.com. 🎵 Música: «Golden Sunrise (Instrumental)» de Josh Woodward. Descarga libre y licencia Creative Commons Attribution 4.0 en https://www.joshwoodward.com/song/GoldenSunrise.

Tu producto te lo pueden copiar en dos minutos y pulverizar tu negocio. Si no tenés marca, sos vulnerable. Te cuento el caso real de un oyente que vende comida, está creciendo, pero le falta lo más importante: una marca que lo defienda de la competencia y lo ayude a multiplicar clientes. Atendé, porque esto mismo te puede estar pasando a vos.

El caso del negocio de comida asiática sin marca.

La semana pasada di muchísimo feedback, fue intensiva. Entre potenciales clientes y consultorías, se sumaron los oyentes del podcast. A uno de ellos le grabé un video de más de una hora, me dio no sé qué, quise hacerlo más corto y el segundo me salió de 40 minutos. Terminé con la voz medio rara por esto. Pero de ahí saco material, porque como te digo siempre: el dentista te mira los dientes y yo te miro el marketing.

Dentro de ese feedback, hubo un caso que se relaciona con todo lo que hablé esta semana. Un oyente que vende comida asiática, que está creciendo y abriendo una segunda sucursal. Y acá lo uno con lo de ayer: hay gente que no invierte en marketing pero abre otra sucursal. Es para pensar. La cuestión es que una de las cosas principales que le dije fue: «Te falta marca».

El problema: si solo vendés un producto, sos fácil de copiar.

Este oyente tiene un negocio, está creciendo, pero está vendiendo «comida asiática», punto. ¿Y sabés cuál es el problema? Que cualquiera puede vender comida asiática. Si a él le va bien porque la pegó o encontró un nicho, ¿cuánto va a tardar otro en copiarle el negocio? Nada. Cuando algo funciona, todo el mundo hace lo mismo.

Su comunicación está 100% centrada en el producto, que es el primer error que mencioné el lunes. No piensa en cómo o por qué le compran sus clientes. La peor manera de vender una propuesta gastronómica es hablar solo del producto. Si no tenés marca, tu negocio no tiene una barrera de entrada alta. Basta con que otro te copie más o menos el logo y venda un poco más barato. Si te iba bien, te va a ir menos bien. Y si la venías remando, te vas a hundir.

La plaga del «parripollo»: una lección sobre la falta de diferenciación.

Hubo una época en la que a alguien se le ocurrió poner el famoso «parripollo». Alquilaban un local, ponían una parrilla gigante y vendían pollo con fritas. Al primero le fue bien, pero a los dos meses, por lo menos en mi ciudad, no había cuadra donde no hubiera un puto parripollo.

Así funciona el mercado. Donde ven que algo anda bien, se tiran de cabeza y hacen exactamente lo mismo. Hoy estás solo y mañana tenés chiquisientos competidores que tiran el precio para abajo, tu rentabilidad se desploma y desaparecés.

¿Por qué es fundamental construir una marca?

La marca te permite construir una identidad que va más allá de lo que vendés. Le da un plus, más valor. Ya no es «comida asiática», es «tal negocio». Ya no es un teléfono con tres cámaras, es un iPhone. Loco, es Apple. Eso es marca. La gente compra la marca aunque le den una porción de pizza y le digan que es un teléfono.

Por eso hay que invertir en marketing, en contenidos y en marca. Y si no es dinero, por lo menos pongan el culo en la silla y aprendan cómo se hace, tal como hice yo y tantísimas otras personas. Hoy no hay excusa, toda la información está en internet, en tu bolsillo. El que no hace las cosas bien es porque tiene otras prioridades, no porque no pueda.

La marca te salva de la guerra de precios.

Cuando tenés marca, la gente te identifica. Creás una comunidad a partir de conectar con tu cliente proponiendo algo distinto, no una cosa genérica y lavada como el típico «¿qué vas a pedir hoy?». Todo el puto mundo dice lo mismo.

Grandes marcas como Starbucks o McDonald’s no esperaron a que les fuera bien para invertir. Invirtieron antes y hoy venden marca, venden una experiencia. La gente no va solo por la comida, va por todo lo demás. Si no tenés marca, sos vulnerable, cualquiera te copia y terminás compitiendo por precio, porque te transformás en un commodity.

Ideas prácticas para empezar a construir tu marca.

En el caso de este oyente, le di ideas concretas. Creá una narrativa: ¿por qué comida asiática? ¿Hay una historia familiar, un viaje que lo cambió todo? Desarrollá una identidad verbal: poné nombres creativos a los platos, tené un saludo, una frase propia.

Pensá en la entrega: ¿cómo llega el producto a la casa del cliente? ¿Hay un regalo, una nota distintiva que haga la experiencia diferente? Cuando hablás de lo que vendés, ¿contás historias o solo ponés la foto del plato con el precio? Hay mil cosas que se pueden hacer, no las invento yo. Tu negocio, sea cual sea, necesita una marca para que tu gente te identifique y no te ponga al mismo nivel que tu competencia.

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