1860 La gente con dinero gasta dinero.
Hoy, viernes 26 de septiembre de 2025, episodio 1860, hablo de una de las limitaciones mentales más comunes en los negocios: creer que todos los clientes tienen tu mismo bolsillo o que el contexto económico afecta a todos por igual. La realidad es distinta: incluso en crisis, siempre hay clientes con dinero dispuestos a gastar.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
Soy Carlos Malfatti, consultor de marketing, y si querés mejorar tu vida mejorando tu negocio gracias al marketing, contactame en https://carlosmalfatti.com. 🎵 Música: «Golden Sunrise (Instrumental)» de Josh Woodward. Descarga libre y licencia Creative Commons Attribution 4.0 en https://www.joshwardwoodward.com/song/GoldenSunrise.
La excusa «la gente no tiene plata» es un error que te está haciendo perder un montón de dinero. La crisis no afecta a todos por igual, y siempre hay clientes dispuestos a pagar por soluciones de alto valor. Te explico por qué no tenés que ser tu propio cliente y cómo un cambio de mentalidad puede llevarte a apuntar a un mercado con mayor poder adquisitivo, logrando más rentabilidad y menos dolores de cabeza.
El error de pensar que «la gente no tiene plata».
Hoy vengo a hablar de dinero y a decirte que la gente que tiene guita, gasta guita. Y hay gente que tiene mucha. Yo tal vez no, vos tal vez tampoco, pero hay mucha gente que tiene dinero. Parece una obviedad, pero es profundo.
Hay como una especie de bloqueo mental que le ocurre a la gente, principalmente a la que no ha tenido dinero o ha estado siempre en un círculo donde se habla de la falta de dinero.
La plata existe y se gasta: solo tenés que mirar alrededor.
Me gusta ver Selling Sunset en Netflix, esa agencia que vende casas de 10 o 50 millones de dólares. Y vos mirás y decís «no puedo creer que haya gente que saque 50 millones de dólares y compre una casa». Y las hay.
Pero no tenemos que irnos a ejemplos tan extremos. Sea cual sea la ciudad en la que vivas, parate en el cruce de dos avenidas y vas a ver pasar autos destartalados y autos último modelo, importados, deportivos. No importa en qué país vivas, hay gente con guita.
El problema es un bloqueo mental: no sos tu propio cliente.
Yo he tenido consultorías donde se notaba el potencial y yo insistía: «acá tenés que ir a un ticket más alto, hacer un rebranding y salir a buscar un cliente de mayor poder adquisitivo». Y me decían «no, pero nadie va a pagar».
No, que vos no lo pagues, que yo no lo pague o que la mayoría no lo pague, no significa que no haya gente que esté dispuesta a pagarlo. El que compra un pantalón por 70 en el shopping no va a ir a comprar el de 20 a otro lado. El tema está en que el que compra por 70 no es el mismo que compra por 20. Y esto lo tenés que entender, es clave.
Para apuntar al que tiene plata, tenés que aportar un valor equivalente.
¿Qué mejor que apuntar al que tiene plata? Obviamente, esto implica que tenés que aportar un valor equivalente al precio que vas a cobrar. No es que de repente brindás un servicio y decís «a partir de mañana lo cobro tres veces más». No, porque la gente que tiene plata no es pelotuda.
Vos tenés que crear o mejorar ese servicio para dar una solución a un cliente que está acostumbrado a soluciones de alto valor y, por ende, alto precio.
Vender mucho y barato vs. vender poco y caro: es una decisión estratégica.
No es que apretando un botón pasás de facturar 10 a facturar 30. Tenés que entender cómo va el juego y tomar una decisión estratégica. Puede ser «voy a vender volumen, productos más económicos pero muchos» o «voy a vender menos, pero a un ticket más alto, a un cliente que venga por valor y no por precio». Combinaciones hay las que te imagines.
Sacate las telarañas de la cabeza y andá a buscar al cliente que te puede pagar.
Lo que nunca podés hacer es tener una limitación mental y decir «no, no hay plata, hay crisis, nadie puede comprar». Quien no te lo va a pagar es el cliente que tenés ahora, pero de ahí no se desprende que no haya otro que sí te lo compre.
Si todo el mundo comprara por precio, no habría autos de alta gama, ni hoteles cinco estrellas, ni casas con 20 habitaciones. Ese es el mundo real y tu negocio está en el mundo real. Sacate las telarañas de la sabiola y decí «pucha, yo acá cagándome de hambre, vendiendo a gente que no me puede comprar. ¿Qué tal si me muevo un poquito, mejoro mi marketing y voy a quien sí me lo puede pagar?». Avivate.
¿Querés vender más?
Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?
- reservás tu lugar.
- nos conectamos.
- me contás sobre tu negocio
- y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.
❌ ¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
✅ Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.
Escribime y reservá ya mismo tu lugar.