1756 ¿Constancia? ¡Las Pelotas! Sin estrategia sos un hámster en la rueda.

¿Te dicen que la clave es ser constante? ¡Mentira! Si tu constancia no tiene estrategia ni criterio, estás perdiendo el tiempo como un campeón. Te cuento por qué «hacer por hacer» te lleva derecho al fracaso y cómo empezar a ser constante… pero con cabeza. ¡Basta de correr para ningún lado!

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

¿Te rompés el lomo en la rueda del hámster?.

Hola, ¿cómo va? Ey, ¿te rompes el lomo siendo constante? Publicás todos los días, subís historias, incluso hasta cuando vas al baño te pones a mandar correos.

¿Y los resultados? ¿Los resultados? Ni hablar, ¿no?

¿Vos sentís que le das, le das, le das a la ruedita? Estás como el hámster ahí, pelotudo, debe caminar, pero sin llegar a ningún lado.

Bueno, pará la oreja, porque hoy te voy a decir por qué la constancia, así, a ciegas, a lo bruto, como un hámster, no te sirve para un pomo. Atenti.

La constancia a ciegas no alcanza (y es peligrosa).

Bienvenido y bienvenido, soy Carlos Malfatti y esto es Marketing para gente como uno.

Hoy es lunes 5 de mayo de 2025, el episodio es 1756 y arrancando la semana vengo a cuestionar uno de los mantras más repetidos y peligrosos del Marketing Berreta y tengo que hacerme cargo porque yo alguna vez también lo dije, pero bueno, a mi favor y en mi defensa no lo dije tal cual.

Y tiene que ver con la clave, es la constancia. Sí, muy bien, suena lindo, muy motivador para poner el póster en la oficina, es decir, con la constancia alcanza.

Pero la realidad, la realidad tuya, de tu negocio, de tu pyme, acá en donde estamos nosotros, es que no alcanza solo con la constancia.

Porque por más constante que seas, si vos estás haciendo una pelotudez, no vas a llegar a ningún lado. Sin criterio, sin estrategia, sin mirar el mapa, sin saber lo que está pasando, es una pérdida de tiempo.

La constancia a lo bruto, la constancia de hacer, hacer, hacer y hacer algo que ni siquiera medís, que ni siquiera te funciona, que ni siquiera está bien, es absolutamente al pedo. Es la receta perfecta para que te quemes, para que te frustres y básicamente para que sigas siendo pobre.

El camino real: guita, ventas y marketing con cerebro.

Y hablando de pobreza, hablando de contar las monedas o de laburar mucho y no ver resultados, te invito, te imploro, te pido que cambies un poco la mentalidad.

Mira, la posta es la siguiente y te la digo en cada episodio. De hecho, esto es parte de mi marca. Para mejorar tu vida, necesitas guita, dinero, billuja, bill metal. Y no significa que la felicidad es el dinero, que vas a resolver todos tus problemas. Pero de lo que sí estoy seguro, y vos también, es que cuanto menos dinero tenés, más bolonquis hay en tu negocio y en tu vida. Por eso yo te digo que para mejorar tu vida, necesitas guita. Para ganar guita, necesitas vender. Y para vender, como no estamos en 1980, necesitas marketing. Marketing de verdad. Con cerebro, con estrategia.

Por eso, dejá de dar vueltas y pasate ahora mismo por carlosmalfatti.com. Contame sobre tu negocio en el formulario y voy a responderte para decirte si puedo ayudarte y cómo puedo ayudarte a mejorar tu vida, mejorando tu negocio gracias al marketing.

Y volviendo al contenido del episodio, esto de la constancia, yo en algún momento dije también, y lo sostengo, la importancia de ser constante. Este podcast es un ejemplo. No estoy diciendo que no hay que laburar, que no hay que meterle. Obvio que sí.

El que te vende, que te tirás en la maca paraguaya y te pones con los mojitos mientras la plata entra sola, te está agarcando. Punto. El ingreso pasivo y todo ese humo que se vende. No, hay que laburar.

Pero una cosa es el esfuerzo inteligente, enfocado, y otra es esta constancia bruta. A los hámster, esto de caminar en la ruedita, eso de hacer por hacer, de publicar porque hay que estar, de seguir una rutina sin preguntarte siquiera, si tiene algún puto sentido la rutina que estás haciendo.

El ejemplo del cliente que era constante subiendo bosta.

Me acuerdo una vez un cliente, el tipo se dedicaba a vender repuestos. Y era un tipo laburador, de hecho venía de la vieja escuela, de la escuela que si no laburás no obtenés resultados, y le metía todos los días, todos los días. Y se le metió esto de que necesitaba crear contenido.

Como todo dueño de negocio que no tiene mucho conocimiento del marketing y está bien porque no tiene por qué saberlo, el tipo se puso a investigar, como todos en redes sociales, y tenés que subir contenido y que tenés que estar en Instagram y que no sé qué y que no sé cuánto. Claro, y el tipo subía. ¿Pero qué subía? Subía bosta.

Era constante, sí, subía un montón. Cuando llegó a mí para hablar del tema de la consultoría, su feed de Instagram tenía cantidad de contenido. Pero en contenido sin alma, sin sentidos, sin objetivos, sin seguir una estrategia, sin perseguir un resultado. ¿Constante? Sí, un burro de carga era laburando. En su taller y en sus redes sociales. ¿Pero para qué? Para nada.

Entonces, a esto me refiero. Cero valor, cero contexto, cero estrategia. Era como una especie de catálogo de mercado libre, pero mucho más feo. Y por lógica, no obtenía ningún resultado.

¿Quién va a seguir una cuenta para ver fotos de repuestos?

O para ver, ¡Viva la patria! 9 de julio. ¡Oh, 25 de mayo! ¡Oh, es Navidad! Saludos a todos los clientes y amigos y le agradezco que estén acompañándome y por muchos años más, junto y la concha del pato.

Todas esas, perdón la expresión, señora, y todas esas cosas que ponen los que copian a los demás. Y como siempre te lo digo, si vos copias a tu vecino y tu vecino no sabe un moco, te va a ir igual o peor que a tu vecino.

Entonces, nadie sigue una cuenta ni de repuestos ni de cualquier otro rubro para ver fotitos de productos, frases hechas. La gente está cansada de ver eso.

Y el ejemplo de este cliente es un gran ejemplo de alguien que sí, tenía constancia. Se había tomado muy, pero muy en serio el laburo en redes sociales, pero lo hacía mal.

No seas cabeza dura: necesitás estrategia y leer el mapa.

Entonces, esto no sirve para nada. Por eso cuando veas por ahí, no, que la constancia marca, no sé, la diferencia entre el éxito o no. Sí, bueno, la constancia en hacer las cosas bien, porque de lo contrario, no, el tipo era súper constante, pero hacía giladas que no servían para nada. Estaba tirando el tiempo a la basura.

Y además se frustraba, decía, che, al final no funciona esto. No, no funciona porque lo estás haciendo mal.

Porque la constancia sin criterio no va.

Vos tenés que entender qué le importa, por ejemplo, yendo al tema de contenidos, qué le importa a tu audiencia, qué necesita, qué formato consume.

Tenés que poder discernir si esto sí o esto no. Incluso aunque veas por ahí que te dicen, no, tenés que usar esta música de tendencia.

Bueno, no sé si la tenés que usar. Si te sirve, usala, pero lo más probable es que no sirva para un pomo, porque la gente no te va a seguir por la música de tendencia que pones.

Entonces, vos lo que tenés que hacer es, sí, ser constante absolutamente, pero no sin estrategia.

¿Para qué publicas? ¿Qué querés lograr? ¿Querés vender más? ¿Generar clientes potenciales? ¿Posicionarte como experto en tu rubro, en tu sector? ¿Querés todo junto?

Si no tenés un objetivo claro y además, si no tenés un plan, en tu perra de vida vas a obtener resultados, sí, laburás, laburás, laburás, por más constancia que tengas, pero lo haces sin criterio.

Y ni hablar si lo haces sin leer el mapa, lo que pasa a tu alrededor, tu contexto, de qué va el juego.

Es como decíamos recién, subo a redes sociales. Bueno, subo contenido a redes sociales, pero ¿para qué lo subís? Tenés que entender dónde estás parado, dónde está parado tu negocio.

El mercado cambia, tu cliente cambia, las plataformas cambian. Mirá ahora lo de la inteligencia artificial, por ejemplo. Lo que funcionaba ayer, hoy no te funciona.

¿Qué pasa con redes sociales? Todo el mundo llorando, el algoritmo no muestra mis contenidos. No, amigos, porque cambió, cambió, cambió la manera de crear contenidos, cambió la manera de llegar a las personas.

Hay muchísima más gente creando contenidos. Y la inteligencia artificial, lo dije en varios episodios también, juega y crea contenido muy rápido. Hay gente que está llenando las redes sociales con contenidos creados por IA, que terminan compitiendo con tus contenidos.

Pero lo mismo en todo, en oferta de productos y servicios. Lo mismo en estrategia de captación de clientes. Lo mismo en desarrollo de negocios.

Todo está avanzando con una locura y una velocidad que si no la estás viendo, vas a perder el partido.

Entonces, por más que labures, por más que labures, por más que labures, aunque seas hiper constante, no sirve de nada. No alcanza solamente con la constancia. Debes sumarle estrategia.

Porque ser constante en algo que dejó de funcionar es de cabezón, de cabeza dura. No es de persona perseverante.

No te vamos a hacer un cuadrito emprendedor del año. Ah, y el tipo es constante. ¿Qué? Mira, está haciendo una pelotudez que no le sirve. Pero constante es. Bueno, ponerle un cuadro.

No, flaco. Ni cuadro, ni estatua, ni siquiera un reconocimiento. No sé, en tu lápida. Nada.

Es más, en todo caso pondremos fue constante con boludeces que no servían para nada. Que en paz descanse.

O sea, es jodido, pero te lo tengo que decir.

Entonces, es como que fuera la semana pasada de equipo de fútbol, creo, que tenés que ser el técnico de tu negocio o algo así. Vos imaginate un tipo que pone en equipo y pierde 7 a 0 cada partido. Flaco, cambia el equipo. No, sí, cambia el equipo, papá.

¿Tu constancia sirve o te está quemando?: Hacete estas preguntas.

Entonces, ¿cómo tenés que hacer o qué es lo que tenés que hacer para dejar de ser poco menos que un hámster constante que está tiquitiquitiqui en la ruedita pero no llega a ningún lado?

Bueno, tenés que hacerte algunas preguntas como ¿mi constancia está alineada a un objetivo claro? ¿Sé qué quiero conseguir con este esfuerzo repetido? Ejemplo, 10 consultas calificadas por mes a través de mis redes sociales por decir algo. Si la respuesta es la verdad que no tengo ni puta idea, bueno, entonces, fíjate porque eso que estás repitiendo si no te alcanza o no te hace que llegues a ese objetivo no sirve de nada.

Otra pregunta, ¿lo estás haciendo porque tenés que o porque realmente está alineado con, no sé, por ejemplo, con tus objetivos comerciales? ¿Estás copiando lo que hacen los demás como di en el ejemplo recién o lo que la tarea que está desarrollando esta que le metés tanto y tanta constancia realmente tiene que ver con tu negocio, con tus clientes, con el cambio que buscas?

Otra cosa muy interesante que también lo digo, estás midiendo. Si no medís nunca vas a saber si te funciona o no. Entonces, tener constancia para hacer algo es lo mismo que ganó salgo a caminar todos los días para bajar de peso. Sí, muy bonito. ¿Bajaste de peso? No, nada. Llego y me clavo 5 pizzas. Bueno, sí, sos constante pero tenés que cambiar algo porque esto no va.

Y por último, esto, tranqui, frená, bajá un cambio, sentate tranqui y con absoluta honestidad pregúntate ¿este esfuerzo constante me está quemando más de lo que me está rindiendo? ¿Me sirve realmente invertir tiempo, esfuerzo, dinero en esto? ¿Vale la pena insistir con este curso de acción porque cuidadito con el burnout? Hay mucha gente que se recontraquema por meterle y ser constante en algo que no le está rindiendo cuando, en la mayoría de los casos, hacer menos termina siendo mejor por múltiples razones. Pero cuando digo hacer menos, digo hacer menos de algo que realmente dé resultados.

Conclusión: metele cabeza a tu constancia y dejá de ser un pollo sin ídem.

Entonces, todo aquello que estás haciendo para tu negocio y si estás siendo constante, bienvenido sea, pero que haya una estrategia detrás. Analizá todo esto que te comenté hoy. Dejá de darle bola a eso. Alcanza con la constancia. No, es la mitad de la moneda. Del otro lado tenés todo lo que te conté. Solo con constancia no sirve.

Es como una herramienta, es como un martillo. Si no sabes dónde clavar el clavo o para qué, te vas a dejar el dedo morado. La constancia sin estrategia es como un martillo en mano de un mono ebrio, si querés. No vas a lograr nada. Así, quédate en ti.

Amigas y amigos, todo lo bueno llega a su fin y este episodio no es la excepción. Espero que te haya servido para dejar de correr como un pollo sin cabeza y empieces a meterle justamente esa cabeza que no tiene el pollo. Metérsela en este laburo constante que estás haciendo. Que esté apoyado por estrategia, por cabeza, por objetivos concretos. Todo este tipo de cosas.

Si te aportó valor, si te sacudió un poquito la modorra, dame cinco estrellitas en Spotify y compartilo con alguna persona que sepas que está así atrapada en la rueda del hámster haciendo un montón de cosas con constancia, con ganas, con foco, pero cosas que no le llevan a ningún lado.

Así que nada más por hoy, pero sí por mañana porque mañana nos volvemos a encontrar. Eso sí, antes de irme acordate, ponete en acción porque el tiempo no perdona. Chau chau y gracias por estar.

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