1556 Crónica de un fracaso anunciado.

Hoy es lunes 29 de julio de 2024 estamos en el episodio 1556 y te traigo un caso típico de fracaso emprendedor que seguro conocés y que debés evitar a toda costa.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Transcripción del episodio:
Esta transcripción ha sido realizada de forma automática utilizando Whisper de Open Ai. Luego separando en párrafos con Chat GPT.
Es importante mencionar que podrías encontrar errores de ortografía, puntuación o gramática.

Evitando los fracasos comunes en emprendimientos.

Vamos a hablar hoy de uno de los fracasos emprendedores que si haces este programa de 12 semanas no lo vas a tener. No, fuera de broma. Es algo muy, muy, muy común y yo hace un par de semanas lo grafiqué con un carrusel en Instagram donde conté el caso de las uñas esculpidas. No me acuerdo el nombre que le puse a esta hipotética protagonista, pero es algo muy común.

Ejemplo de negocio de uñas esculpidas.

La historia decía algo así, como que alguien ponía un negocio de unas esculpidas, le iba bien, todo el mundo se enteraba de que le iba bien con las uñas esculpidas y entonces empezaban a aparecer muchos otros negocios de uñas esculpidas hasta que finalmente en 1, 2 o 3 meses todo el mundo hacía o tenía su negocio de uñas esculpidas y a consecuencia a lo anterior terminaba quebrando.

Esta historia la conté, además dije donde hablo de uñas esculpidas, quitaba uñas esculpidas y pone barberías, pone cerveza artesanal, pone regalería, pone prácticamente todo aquello que de repente se pone de moda y la gente se tira de cabeza tratando de aprovechar que eso está en tendencia o en alza y después se la pega contra un vino.

Ejemplos de negocios fallidos.

Este es un caso clásico, por ejemplo, he contado también en otros episodios la cantidad de negocios que abrieron en mi barrio de alimentos sueltos, de todos sueltos, alimentos dietéticos, típicos, a granel. Así como abrieron, cerraron, terminaron permaneciendo los mismos de siempre y no sé siquiera cómo les irá porque vos estás viendo que el negocio permanece abierto, pero nada sabe respecto de su rentabilidad o si realmente ganan dinero o apenas cubren las cuentas y viven un poquito.

Reflexión sobre los errores comunes.

Entonces la idea es con este episodio mencionar este ejemplo que es de lo más común que te vas a encontrar y es pensar que como algo funciona voy a hacer lo mismo y quizás el único que gana dinero, imagínate, se ponen de moda las barberías. El que termina ganando dinero es el que te hace el curso para aprender a o para tener una barbería, o el que te vende las herramientas, o el que te vende el mobiliario.

Y no estoy señalando con esto que sea algo malo. Lo digo, hay que perversidad, no, el tipo es como viste la frase que dicen «si hay fiebre de oro el que se llena de guita es el que vende palas o picos» y está bien. O de última también, yo qué sé, carretillas y no está mal, es lo normal. El tipo que hace, que vive de eso, que fabrica palas y picos no se la va a perder. El tema es que vos no te tires de cabeza porque es muy fácil de resolver este asunto, o sea, es muy fácil de evitar que no te pase.

Porque cuál es la dinámica, bueno, primero la ilusión. Quizás estás sin trabajo, tenés un ahorro, querés emprender y empezás a mirar por ahí.

La importancia de aprender antes de emprender.

Te das cuenta que aparecen actividades que de repente es como que están en alza o tendencias. Y mirá, uñas esculpidas es fácil, hago un curso, me compro no sé qué, no sé cuánto, y ya el otro día estoy vendiendo eso. Sin contar que en muchos casos en las propias redes sociales incentivan esto de tener tu negocio de tal o cual.

Entonces digo, no está mal, pero al principio si no sabes podés fracasar rotundamente porque tenés que analizar varias cosas. Es cierto que está bueno que emprendas, que tengas ese deseo, que tengas la ilusión, la fe, la esperanza, las ganas. Está genial, ante tanta gente que no hace nada, cuando hay alguien que realmente se pone las pilas y quiera hacer algo, qué mejor que aplaudir.

Pero el tema es que aunque está bueno actuar, no está bueno actuar sin pensar un poquito porque te puede ocurrir que te salga bien, que al principio funcione, pero cuando son tipos de negocios de estos que aparecen y se satura rápidamente no dura mucho.

Ejemplos de rubros saturados.

Esto lo vimos con los parripollos, esto lo vimos con las cervezas artesanales, como dije recién hay un montón de rubros que aparecen y se satura y luego quedan dos o tres y el resto quebraron.

Entonces, ¿cómo tenés que hacer esto? Porque yo entiendo a veces que vos me decís, bueno, está bien, pero bueno no sé mucho. Yo te lo puedo aceptar si estuviéramos en 1970 o 1950, no había información de esto. Hoy está lleno, sin ir más lejos este podcast, 1556 episodios, casi seis años hablando de todos estos temas.

Y yo no soy el único, hay cantidad de gente que habla de emprendimiento, de negocios, de lo que sea. La información hoy, las redes sociales e internet y YouTube son la universidad de hoy, entonces no tenés excusa para «si no, lo que pasa es que mi prima me dijo que esto está bueno y la verdad me fue bien un poquito después quebré». Bueno, quebraste porque no tomaste las precauciones del caso, porque no te pusiste las pilas para aprender.

Cierto que a veces hay un componente de urgencia, me quedé sin trabajo y tengo que ponerme a hacer algo, está bien, pero tenés que dedicar una porción del tiempo a hacerlo bien. No alcanza con hacerlo, hay que hacerlo bien porque si no terminás en la típica guerra de precios, en el descuento, en la promoción del banco y eso hace que finalmente apenas puedas ganar un dinero y a veces ni siquiera. A veces te alcanza con lo justo para pagar a proveedores y terminás cerrando.

Importancia del marketing y aprender continuamente.

Entonces, ¿qué es lo importante en estos casos? Yo hago un podcast de marketing, además de porque me apasiona porque me salvó la vida. Si no, no lo voy a decir en estos términos, pero te digo, no estoy muy lejano de la realidad. Hace unos años atrás estaba, no te digo que estuve todo el año así, pero estuve semanas que lo único que hacía era levantarme a la mañana un ratito, no sé, tomar un desayuno, volver a acostarme, comer, volver a acostarme. No tenía esperanza, no tenía futuro, no tenía motivación alguna, hasta pensé en cometer alguna locura y de repente un día dejé de lloriquear, me puse los pantalones largos, me metí un autopata en el culo y me dije «ponete las pilas».

Y empecé, y empecé a ofrecer diseño web, después vino el tema del podcast, después vino el tema del marketing. Entonces, ¿qué quiero decir con esto? Si yo pude, a mi edad, aprendiendo por internet porque no fui a ninguna universidad ni nada, vos también podés hacerlo.

Entonces digo, este ejemplo de una persona que empieza un negocio porque ese negocio lo hace todo el mundo y a todo el mundo le va bien, el resultado final es el que sabemos: quiebra la mayoría.

La clave para evitar fracasos.

¿Cómo evitarlo? Bueno, aprende. Simplemente aprendé todo lo que se necesita para aprender. No hay excusas. Es como los contenidos, vos te metés a redes sociales y la mayoría de la gente está llorando que mi contenido no funciona, que no tengo alcance, que no sé qué, que no sé cuánto.

Claro, pero pusiste a aprender, le pagaste a una persona que sepa, te pusiste a probar, dedicás tiempo a testear cosas o simplemente querés tomar el atajo. Seguís cuatro cuentas que te dicen que te vas a viralizar. Yo a veces veo, no tanto en Instagram, pero sí en Threads, que es la red de Meta que es como una especie de X de Twitter, gente que dice «hoy el algoritmo no sé qué, tengo este problema, el otro, mi contenido» y vos te metés y son videos que duran 15 segundos, que es una frase que evidentemente la sacaron del chat GPT o se la pidieron al chat GPT y lo que hay en el fondo es un video genérico, una puesta de sol, una imagen del campo, las olas del mar.

Bueno, con ese contenido no vas a llegar a ningún lado. No te quejes, no el algoritmo no me quiere. No, lo que estás haciendo es basura. Como es basura, el algoritmo no es estúpido, a nadie le interesa lo que vos publicás.

Evitando culpar al entorno.

Esto es lo mismo. No podés decir, hay, resulta que puse un negocio de unas esculpidas o de cerveza artesanal, como dije recién, o una regalería y me fue mal. La culpa es de la crisis, la culpa es del gobierno, la culpa es de la competencia, la culpa es… No, no, el asunto acá es que te tiraste a la pileta a hacer algo que no sabes cómo se hace, sin entender el marketing, sin entender el tema de los precios, de la competencia, de posicionarte, de diferenciarte, de no verte como un commodity a los ojos de tu potencial cliente.

Porque te pregunto, a ver, no necesitas ser cráneo de marketing, pero imaginate que vos en tu barrio querés comprar, no sé, arroz suelto, por decir, o querés comprar porotos, o lo que sea. Se te ocurre ponerte a cocinar y vas a comprar alimentos sueltos a granel y de repente tenés 7 o 5 o 3 negocios que venden alimentos sueltos. ¿A quién le vas a comprar? Bueno, en la mayoría de los casos le vas a comprar al que te venda lo mismo a menor precio porque no solamente son commodities los propios negocios, el propio producto es un commodity. Estamos hablando de alimentos sueltos.

Diferenciación en el mercado.

Entonces, ¿qué quiero decir con esto? Que para que no te ocurra, si vos tuvieses uno de esos negocios de alimentos a granel, deberías posicionarte y diferenciarte para que a los ojos de tu potencial cliente tu negocio no sea igual que los otros. Y no necesitas una carretilla de dinero. A veces basta con sonreír, a veces basta con recibir al cliente, decir «Hola, sí, ¿qué estás buscando? ¿Tal cosa? ¿Qué estás por cocinar? Ah, mirá, ¿sabés qué? Te conviene esto, aquello, lo otro. Tomá, acá tengo un recetario que te pueda ayudar. ¿Por qué no te sumás a nuestro grupo de WhatsApp donde yo todas las semanas subo recetas?»

Estas boludeces que te cuento así rapidito, que se me están ocurriendo en este preciso momento pero que son mejorables, no abundan, de hecho no existen. Entonces, no necesitas ni inteligencia artificial ni redes sociales, necesitas un poquito de sentido común y tener una predisposición para salirte de la zona en la que todo el mundo hace las cosas de la misma forma.

Evitando errores comunes en negocios.

Por la sencilla razón de que si todos hacen lo mismo y les va para el culo, a vos te va a ir igual. No entiendo la gente que dice «A mí me fue mal». Lo que pasa es que todos hacen lo mismo y a todos les va mal. Es obvio que a vos también te va a ir mal. Será más tarde, más temprano, tendrás más aguante, tendrás ahorros, alguien que te preste plata, pero en definitiva, como dije, crónica de un fracaso anunciado.

Y no es que esté mal fracasar, todos en cierta medida fracasamos en algún punto. Pero el tema es fracasar pudiendo evitarlo y es tan fácil de evitar. Simplemente, si vas a ponerte a crear un negocio, un emprendimiento, lo que sea, aprende. Porque como digo siempre, nadie nació sabiendo, aprende cómo hay que hacer las cosas para tener mayores chances de éxito y evitar el fracaso.

Y si fracasás, bueno, mala suerte, pero por lo menos hiciste todo lo que estaba a tu alcance para evitarlo. Siempre nos vamos a tropezar, pero no es lo mismo prepararnos para el éxito que hacer las cosas así nomás y estar francamente listos para el fracaso.

Así que bueno, espero que este episodio haya sido de utilidad para vos. No tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana porque mañana nos volvemos a encontrar. Te espero. Chau chau.

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