1039 Emprender por necesidad del corazón.


Suscribite para escuchar Marketing para gente como uno en: IVOOX | Spotify | Google podcast | Apple podcast 

Hace algunos episodios atrás hablé de emprender por necesidad, hoy el tema es el emprendimiento cuando la necesidad viene del corazón. Cuando sabés sin sombra de dudas que deseas seguir un camino propio sin que importen las opiniones ajenas o lo que hagan los demás. La vida es una sola ¿Qué tal si te animás?

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Emprender cuando manda el corazón.

Muy bien, hoy vengo a hablarte aquí de emprender cuando sentimos una necesidad que surge del corazón.

Hace mucho que no hago así temas, contenidos relacionados con el desarrollo personal. Y hoy es el día, porque esto es a partir de una conversación que tuve la semana pasada con una persona.

Hablando de la y de emprender.

En este caso no es alguien oyente del podcast, ni es una emprendedora o emprendedor, no viene a partir de una consultoría. Es alguien que conocí por casualidad, si es que las casualidades existen, y supongo que debe tener unos 10 años menos que yo, más o menos. ¿Viste que a veces se dan circunstancias donde terminas hablando de la vida?

Una charla típica, ¿vos qué haces?, ¿a qué te dedicás? Y a esta persona le llamó mucho la atención mi trabajo.

En primer lugar, le llamó la atención porque es algo que no estaba en su radar. No conocía a nadie así que trabajase como consultor de marketing.

Pero creo que lo que más le llamó la atención, mi edad, porque si bien no sabía lo que era el marketing, tenía algo de idea de Instagram, TikTok, esas cosas que sabe la gente aunque no se dedique a esto, y asociaba lo de las redes sociales, y lo de TikTok, y no sé qué, y no sé cuánto, con gente de otra edad, y no con una persona de 50 años como tengo yo.

Emprender no es cuestión de suerte.

La cuestión es que palabra va, palabra viene, y se deslizó eso de ¡qué suerte que tenés!, ¡qué suerte que tenés ese trabajo que te gusta, que trabajas desde tu casa!

Por supuesto que ahí la charla se puso buena porque lo primero que le dije que no se trataba de suerte. La suerte en mi historia no ha jugado un gran papel, ojo, y tampoco te quiero decir que tenga mala suerte, pero lo que he logrado mucho o poco en gran medida es fruto de mi trabajo, de mi esfuerzo, de insistir y por supuestísimo de la ayuda de otras personas porque sino yo no estaría aquí.

No le gustaba su trabajo.

En fin, hablando de una cosa, de otra, me contó que su trabajo no le gustaba, pero ni a Palo le gustaba, y que lo hacía primero por necesidad, pero principalmente porque nunca se le había pasado por la cabeza que podía emprender.

Dijo textualmente “no entiendo nada”.

Y como no puedo con mi genio, le pregunté y hice como una especie de DAFO.

Un análisis DAFO “on the fly” y ahí en el momento le pregunté qué sabía hacer, además de su laburo, y me contó que antes del trabajo que tiene actualmente se dedicaba a enseñar dibujo y pintura en una academia, y que también tuvo en su momento algunos alumnos particulares y alumnas, esto hace muchísimo.

Y ahí, por supuesto, te imaginarás que le empecé a meter pilas para que se anime, y quedó en que, bueno, lo iba a considerar, tampoco, ojo, yo no soy un loco, no iba a renunciar al laburo y ponerte a enseñar dibujo, pero le hablé, largo y tendido, de todas las opciones, todas las posibilidades, las herramientas.

Te comparto esto de “emprender de corazón” porque ocurre a menudo.

Y por eso, esta charla me despertó el deseo de traer este tema a un episodio, y lo voy a hacer con la frase de que es ahora o nunca uno de mis argumentos más convincentes cuando ocurren situaciones como esta.

Esta fue casual, pero a veces esto me pasa en las consultorías con clientes o con oyentes que luego me contratan, y siempre, insisto.

O sea, no ando por la vida tratando de convencer a la gente de que la gente haga lo que a mí se me ocurre, eso jamás, pero sí me gusta poner foco en la oportunidad, en aprovechar las oportunidades, y en aprovechar el tiempo, porque, a su vez, esto se agrava cuando uno tiene cada vez más edad.

La edad no limita al emprendedor pero importa

yo sabés que para mí no es una limitante el tema de la edad, y pienso que prácticamente todo el mundo, sin importar la edad, puede emprender, pero claro, no es lo mismo el panorama si vos tenés 20 años que si tenés 50, 55, 60, 65.

Y en el caso de esta persona, digamos, es como que la urgencia es mayor, por eso le dije, no des más vueltas, esto se puede hacer, pensá tranqui, hay una forma de hacerlo, cualquier cosa, me consultás, y esto es lo que te quiero transmitir.

Si tu corazón te dice que emprendas hacé caso.

Básicamente se trata de aprovechar, si hay una oportunidad, y principalmente si vos sentís que es tu corazón el que te manda.

Te voy a contar una pequeña historia que esto me ocurrió hace unos años, yo trabajé en Telefónica, la empresa telefónica de España, bueno, cuando estaba en Argentina, creo que todavía están, ahora es Movistar, y trabajaba en el 112, atención al cliente.

A partir del entrenamiento del 112, donde nos decían que no teníamos que dejar espacio, porque si dejábamos espacio sin hablar, la gente metía un reclamo, yo adquirí habilidades de hablar, hablar, hablar.

A partir de ahí hice un programa de radio, y ahora un podcast, y me dedico a lo que me dedico. Conecto los puntos hacia atrás, como hizo Steve Jobs, con la caligrafía que luego utilizó en el diseño de la interfaz de las computadoras de Macintosh.

Yo también sentí la llamada del corazón para emprender.

Pero bueno, este episodio no tiene que ver con conectar los puntos hacia atrás, aunque siempre está bien analizar estas cosas que van pasando en la vida, lo que quiero contarte básicamente, que yo era pasante, yo no era empleado de planta permanente, y resultó que me ofrecieron en la primera llamada de gente que iban a pasar a ser empleados de verdad.

Pero lejos de sentirme feliz y contento esa noche, recuerdo mi novia vivía conmigo y conversando, estábamos acostados, yo mirando el techo, ella al lado, terminé angustiándome y casi hasta las lágrimas, porque realmente sentía que estaba vendiendo el alma al diablo. Perdóname, Telefónica, pero eso es lo que sentí.

A consecuencia, dije que no, déjame pensarlo, en la próxima sí, además me iban a cambiar el horario, yo quería conservar el horario, yo entraba a las 6 de la mañana, y salía a las 12 del mediodía, era un golazo, ¿qué pasó? al mes nos echaron a mí y a un montón de otras personas, y toda mi vida se puso patas para arriba, porque además coincido con una de las peores crisis que enfrentó nuestro país, ese es el precio que pagué.

Pensá en lo que te dice el corazón.

Yo no pretendo, ojo, que vos hagas lo mismo, o que tengas la misma manera de pensar, pero que al menos pienses en la posibilidad de seguir lo que dicta tu corazón, eso sí, con los pies sobre la tierra, tampoco tirándote a una pileta como hice yo, porque de esa forma, el precio que vas a pagar es alto.

Así que bueno, esto ha sido todo por hoy, no por mañana, mañana vamos a hablar de tener una presencia digital de calidad, para que la gente te conozca, porque cuanto más te ven, y más te conocen, más confían en vos, y obviamente más te compran, así que te espero mañana, chau chau.

¿Querés vender más?

Si querés vender más puedo ayudarte.
¿Qué te parece si hacemos una consultoría por videollamada?

  1. reservás tu lugar.
  2. nos conectamos.
  3. me contás sobre tu negocio
  4. y te asesoro para que mejores tu marketing, contenidos, publicidad o lo que necesites.

¡Deja de perder tiempo, dinero y energía en acciones que no te dan resultados!
Empezá a vender con estrategias, metodologías, contenidos y publicidad.

Escribime y reservá ya mismo tu lugar.