1584 Memento mori.

Hoy es jueves 5 de septiembre de 2024, estamos en el episodio 1584 y vengo a invitarte que hagas la meditación de «Memento Mori». Te va a servir mucho.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

Transcripción del episodio:
Esta transcripción ha sido realizada de forma automática utilizando Whisper de Open Ai. Luego separando en párrafos con Chat GPT.
Es importante mencionar que podrías encontrar errores de ortografía, puntuación o gramática.

Reflexión sobre la muerte: memento mori

Hola, ¿cómo va? Hoy tengo una noticia mala y una buena. La mala es que te vas a morir, todos nos vamos a morir. La buena es que todavía no te moriste.

Hoy es jueves 5 de septiembre de 2024. Estamos en el episodio 1584 y como hace mucho que no hago ningún episodio de corte desarrollo personal, me pareció interesante venir con este concepto de memento mori. Además, te quiero contar una experiencia que tuve y te voy a invitar a que también la tengas.

Memento mori: recordar la muerte

Lo primero es hablar de este concepto de memento mori que se ha utilizado a lo largo de la historia y básicamente es recordar que uno se va a morir. Pero no recordarlo ni para estar triste, ni por puro morbo, ni para asustarse. Simplemente es para darnos cuenta de que en algún momento, y no sabemos cuándo, vamos a desaparecer. Vamos a pasar a otra vida según tu creencia, o directamente a la nada misma, o nos vamos a reencontrar con nuestros seres queridos. Bueno, lo que sea. Sea cual fuere el pensamiento al respecto, la idea es que tengamos esta sensación.

Lo digo nuevamente, no para andar todo el día ni asustados, ni tristes, ni con melancolía, sino para darnos cuenta de que a la luz de la muerte, a la luz de nuestra existencia finita, muchas de las cosas que hoy nos perturban, que nos molestan, que nos generan ansiedad, temor o enojo, son pura mierda. La verdad que así es. Si te pones a pensar que un día vas a desaparecer del planeta, no vas a ver más a tus seres queridos, no vas a poder andar por los caminos que andás hoy, ni realizar las actividades que realizás, te vas a dar cuenta de que muchas de tus preocupaciones de este presente no tienen sentido.

Enfrentar la muerte como una herramienta para vivir mejor

Reitero, en esto quiero ser insistente hasta el hartazgo. No es para que te pongas triste, no quiero hacer un episodio depresivo. Quiero hacer un episodio para que tengas en cuenta esto que te voy a decir desde este concepto de memento mori. Después te voy a hablar de un ejercicio interesante y que lo puedas utilizar como trampolín, como herramienta para darle a la vida un mayor significado.

Por ejemplo, ¿qué podría hacer? Hacer aquellas cosas que no te animaste a hacer hasta ahora. Durante este último mes, vine hablando mucho de los contenidos y puntualmente de los contenidos en video. Una de las razones es que yo estoy creando contenidos en video. Y mucha gente posterga la decisión o nunca toma la decisión de crear un video y tener la opción de llegar a más personas, de ayudar, de responder dudas, como digo siempre, de motivar, de conectar con el otro. ¿Por puro temor? Temor al qué dirán, a que voy a salir feo en cámara, o porque no sé hablar bien.

El impacto de postergar decisiones

¿Y qué pasa? Me trae a la memoria un libro de Castaneda donde don Juan le dice a Carlos Castaneda que las personas dudan porque creen que su existencia, creen que nunca van a morir, que son infinitos, que son eternos, mejor dicho, no infinitos. Bueno, esto nos pasa cuando no tenemos conciencia de que un día no vamos a estar más, postergamos las cosas.

Entonces, tener conciencia de nuestra muerte, reitero no para andar arrastrando los pies con miedo o con melancolía o con tristeza, sino para decir: «Pucha, ¿qué tal si me dejo de joder y hago eso que no estoy haciendo?» O bien, «¿Qué tal si me dejo de joder y eso que estoy haciendo, que me hace mal, por ejemplo, un mal hábito, lo corto de una y no lo sigo postergando?» Esto es importantísimo. Por eso la reflexión. Por eso tomar en cuenta esto que… yo sé que a mucha gente no le gusta. Hablar de la muerte es un tópico que para muchos está «buh». Hay gente que no, que tal vez lo habla sin ningún problema. Quizá otras personas puedan tener cierto temor. Pero te invito a que vayas poco a poco tomando este concepto y tratando de pensar en él sin obsesión, sino como una herramienta más.

Memento mori en el contexto del emprendimiento

Este es un podcast de marketing. Aquí hablamos de marketing, hablamos de estrategia, hablamos de negocios. Y esto, el tener conciencia de la propia muerte, sirve un montón si vos emprendés. Te sirve para buscar la manera de disfrutar mientras trabajás. No solamente trabajar y no tener tiempo, por ejemplo, para tus afectos. ¿Por qué? Porque un día podrías no estar. O podrían no estar ellos. Entonces, si sos consciente de la finitud de la vida humana, bueno, probablemente tomes decisiones que hoy no estás tomando porque inconscientemente lo anulás.

Ese es un ejemplo. Otro ejemplo es perseguir determinado objetivo. Es decir, bueno, voy a perseguir este objetivo, voy a redoblar esfuerzos, voy a ser más eficiente, voy a invertir en herramientas o invertir en ayuda o invertir en educación para alcanzarlo y lograrlo porque yo no sé hasta cuándo voy a tener tiempo. Quizás la razón por la que estés emprendiendo sea la de dejar un legado a tus hijos, a tus nietos, algo material o algo inspiracional, no todo es dinero. Quizás has logrado un objetivo, te has transformado en una persona notable, has dejado un legado al mundo por muy pequeño que sea, y eso también lo recibirán quienes continúen detrás tuyo: hijos, nietos, lo que sea, o las personas que te conozcan.

Vivir con urgencia y propósito

Si alguna cosa de las que comento acá, algunos de mis logros, pueden inspirar a alguien, sea de mi círculo cercano o no, bienvenido sea. Pensando en que, tal vez, algún día no estaré. Va, tal vez… casi con seguridad, aunque esto, ojo, es relativo. Mirá, ahora viene la parte buena. No, en serio, si leés el libro del doctor David Sinclair que trata el envejecimiento como una enfermedad y cuenta todos los avances que hay en cuanto a la extensión, no solo de la vida humana, sino de la calidad de esa vida, e incluso la posibilidad de vivir cientos de años, quizás estés un poco más tranquilo.

Quién te dice que haya marketing para gente como uno durante 100 años más. Ojalá. Estaría buenísimo. De lo contrario, tengo que ponerme las pilas para hacerlo ahora, para todo aquello que no logré, lograrlo ahora. Pero por otro lado, también tengo que darme cuenta de que hay cosas que no son tan importantes a la luz de la muerte y a la luz de, como bien dije recién, nuestra finitud.

La muerte como herramienta de autoconocimiento

Entonces, la idea de pensar en la muerte, de darnos cuenta de que un día no vamos a estar, sin obsesión, sin deprimirnos, sin asustarnos, es para esto: para decir «pucha, ¿no estaré desperdiciando tiempo? ¿No estaré tratando demasiado mal a mi cuerpo? ¿No estaré guardándole rencor a una persona al pedo, y tal vez lo mejor sea hablar con esa persona y zanjar el asunto antes de que sea demasiado tarde o antes de no poder hacerlo?»

Todas estas cosas que realmente son importantes en la vida, mucho más importantes que lo que pueda decir un tarado si subís un video y te hatea. Mucho más importantes. Bueno, esto está bueno tenerlo en cuenta y la manera de hacerlo es a partir de esta herramienta.

Tarea para el hogar: Meditación memento mori

Tarea para el hogar, si te interesa. Aclaro que no es para cualquiera. Yo lo hice y de tanto en tanto lo hago, y la primera vez me agarró un ataque de llanto que me duró unos cuantos minutos. La sensación fue, por un lado, durísima, durísima, porque sentir realmente lo que significaba dejar de existir, no ver más a mi familia, a mis amigos, los lugares que frecuento, no hacer más lo que hago… lo sentí, lo sentí en cada fibra de mi ser y fue acojonante, fue durísimo.

Pero luego, al darte cuenta de que simplemente era una meditación guiada, que no era real, sentís como que tenés una nueva oportunidad. Entonces, te propongo que busques en Google, creo que también en Spotify, «Meditación guiada memento mori». Hay varias. Y si te animás, reitero, esto no es para cualquiera. Si no te animás, bueno, acercate lentamente a esta idea de la muerte si es que te asusta o te produce malestar o incomodidad. No es obligatorio. Pero de lo contrario, buscalo en Google y hacé esta meditación y vas a ver que vale mucho la pena. Vale mucho la pena sentir eso de dejar de existir por un rato para luego darte cuenta de que estás de nuevo acá, de cuerpo presente y con todas las opciones que tenés, que ya no vas a tener si te moriste.

Esto te da como un empujón de energía, te da como una visión positiva acerca de las cosas y te replanteás mucho. Empezás a darle bola a cosas que antes no le dabas bola y a dejar de darle importancia a otras cosas. Te invito a que lo hagas porque es muy potente, ayuda muchísimo. A mí me ayudó y como te decía, de tanto en tanto lo hago cuando me agarra la estupidez y me preocupo por pavadas o ansiedad o no sé qué, me pongo esas meditaciones y me doy cuenta de que mientras esté vivo tengo chances, tengo esperanza, tengo posibilidad de avanzar, de corregir errores y que eso se va a terminar. Y que además, el día que termine, ya nada de esto va a importar.

Así que espero no haberte bajoneado. Al contrario, espero haberte dado, no sé, una herramienta para que mejores tu vida porque básicamente se trata de eso.

Hasta mañana, chau, chau.

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