1619 Personalizar para vender más en tu negocio.

Hoy es jueves 24 de octubre de 2024, estamos en el episodio 1619, y te voy a contar cómo las marcas están usando la personalización avanzada en sus estrategias de marketing para llegar de manera más efectiva a sus clientes, ahora que las cookies de terceros están desapareciendo.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

La importancia de la personalización en el marketing.

Hola, ¿cómo va? Hoy traigo un tema que podría denominar que está dentro del apartado de PRO en lo que se refiere al marketing. Y tiene que ver con la personalización. ¿Y por qué lo digo así? Bueno, porque aunque tengas un pequeño negocio, podrías aprovechar los beneficios de personalizar tu marketing, tus contenidos, tus mensajes, para apuntar a determinados clientes y mejorar tus ventas.

Hoy es jueves 24 de octubre de 2024. Estamos en el episodio 1619 y hoy vengo a contarte primero qué es esto de la personalización y luego a tirarte algunas ideas de cómo podrías personalizar tus mensajes para hablarle a personas concretas de una manera que hagan que esas personas te den un poquito más de bolilla.

Personalizar para captar nuevos clientes.

Si querés vender algo, imaginate, no sé, sos community manager. No mandes un mensaje genérico. Vamos a suponer que le querés vender a una inmobiliaria. Métete en su página web, averiguá dónde está, métete en su ficha de Google Mi Negocio, tratá de averiguar quién es el dueño, el gerente o la persona responsable. Métete en sus redes sociales, mirá qué contenido crean y, una vez que te hagas una idea de realmente quién es el cliente, qué problemas tiene, cómo lo podrías ayudar, escribile de manera bien personalizada.

No importa que sea, como dicen los gallegos, a puerta fría. Incluso podés mandarle una carta por correo: «Hola, me llamo Agustina, me dedico al community management y veo que tu negocio es así, asá, tengo esto para ofrecerte», pa, pa, pa. ¡Acá tenés un QR para escanearlo! Pero que la persona se dé cuenta de que invertiste tiempo en averiguar quién es, qué necesita, y que llegás con una solución.

Personalizar para los clientes que ya tenés.

Vos podés personalizar para captar clientes, pero también podés personalizar para los clientes que ya te compran. Imaginate que tenés una casa de decoración y creás un curso en video vertical, diseñado para verlo en WhatsApp, con 12 clases sobre cómo decorar una habitación, cómo elegir los colores adecuados, cómo iluminar. Esa persona, o algunas, tal vez no todas, te darían su WhatsApp siempre y cuando le prometas que no vas a hacer spam. Entonces, ya estás estableciendo una conexión con ese cliente.

Si ese cliente retorna, o le mandás además del video una promoción, o el catálogo del mes con las ofertas, seguramente te termine comprando más. Ya sabés su nombre, ya sabés lo que compra. Si tenés una tienda de artística y un cliente siempre te compra pinceles y acuarelas, mandale info sobre eso. No le mandes todo el catálogo con un «Queridos clientes, les presentamos el catálogo de octubre». No. Decile: «Hola, Rosita, ¿cómo estás? Mirá las pinturas que me llegaron, para vos». Hoy, con la inteligencia artificial, esto va de taquito.

La importancia de conocer a tus clientes.

Los negocios dejan cantidad de dinero sobre la mesa. Yo estoy cansado de ser cliente de negocios donde nunca me preguntan quién soy, qué hago o a qué me dedico. Por ejemplo, voy a comprar una computadora y no me preguntan: «Che, ¿para qué la querés? ¿A qué te dedicás? ¿Marketing?» ¡Ah, boludo! El tipo que me la vendió tendría que entender que, si es para marketing, tal vez necesite editar videos. Podría haberme ofrecido una placa de video, cambiar el monitor, o mejorar mi setup. Si el tipo invirtiera 10 minutos en preguntarme y tomar nota, yo estaría encantado. Tal vez no mañana, pero en algún momento sí compraría.

Lo mismo pasa con un café vacío. ¿Por qué está vacío? Y, porque no tienen base de datos para decirle al cliente: «Hey, los miércoles de 9:30 a 10:45 el café sale a mitad de precio y te regalamos una factura». Ideas así surgen de conocer a tu cliente, de ofrecerle algo específico.

El valor de la personalización.

Todo esto se puede hacer de manera artesanal, preguntando y anotando, o de manera más digitalizada, pero lo tenés que hacer. No podés no hacerlo. Va, como poder, podés, pero te estás dejando una mina de oro en la mesa.

Personalizar significa conocer a tus clientes para ofrecerles más y mejores cosas. Te voy a dar un ejemplo clave: recordá el episodio donde te conté que compré un sillón y los empleados me lo dejaron con toda la mugre. Si el dueño fuese vivo, primero les diría a los empleados que se lleven la mugre. Segundo, me llamaría a los 10 minutos: «Che, ¿qué tal el sillón?». Y a la semana: «¿Sigue bien? Te voy a mandar un catálogo de mesitas que acompañan ese sillón». Fijate la diferencia. Eso es marketing personalizado.

Cómo empezar a personalizar tu negocio.

Primero, recolectá información. Preguntá, ofrecé algo a cambio, conseguí los datos. Por ejemplo, si tenés una casa de decoración, ofrecé un curso gratuito por WhatsApp y pedí los datos de las personas interesadas. Una vez que tengas esa información, podés empezar a ofrecer productos y promociones personalizadas de verdad, no de cartón pintado.

Además, usá formularios de contacto, históricos de compra, y analizá qué te compra cada cliente para ofrecerle algo relevante. Segmentá a tus clientes, no hagas una bola con todos. Creá listas, grupos de WhatsApp o lo que sea, y diseñá propuestas que realmente conecten con ellos.

Por último, como siempre en marketing, medí los resultados. Seguí haciendo lo que te funciona y descartá lo que no.

Nos vemos. Chau, chau.

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