1739 Tu primer éxito es hacer.
Hoy es jueves 10 de abril, estamos en el episodio 1739 y vamos a hablar de una idea clave que muchos pasan por alto: el verdadero primer éxito no es el resultado final, sino el hecho de empezar y mantenerse. Si te cuesta avanzar porque ves el objetivo demasiado lejos, este episodio te va a ayudar a cambiar el foco y mantenerte en el camino, incluso cuando no veas resultados inmediatos.
Bienvenid@s a otro episodio.
Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.
Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.
Hacer ya es un éxito
Hola, ¿cómo va? Hoy te quiero hablar del éxito, pero desde otra perspectiva, porque muchas veces nos frustramos cuando no vemos resultados rápidos y eso nos frena. ¿Querés saber por qué hacer? Simplemente hacer ya es un éxito. Quédate y te lo cuento.
Vengo a hablarte entonces, como te decía, del éxito. De un tipo de éxito al que no le prestamos mucha atención. A una métrica, a un KPI, a un objetivo.
La visión tradicional del éxito
Imaginate que vos querés, no sé, en una red social. Supongamos que es YouTube. Y querés tener mucha audiencia y muchas visualizaciones y que la gente te conozca y hacerte famoso o no. Pero bueno, vender en definitiva.
Por lo general solemos pensar en el éxito como ese resultado final. Quiero llegar a 100.000 seguidores. Quiero vivir de mis contenidos. Quiero facturar X por mes. Quiero llenar, no sé, la agenda de clientes.
Y no es que esté mal, está perfecto. Debemos tener una visión, tener un objetivo, tener un faro que nos guíe. Pero ¿qué pasa? Que eso tarda en llegar. No vamos a llegar de un día para el otro.
Por qué medirse desde el inicio te frustra
Vamos, no sé, el ejemplo de las redes sociales o los contenidos que es algo muy gráfico. Vos querés crear un canal en YouTube y tener muchos seguidores. Bueno, eso no va a ser de un día para el otro.
Si vos te pones a medir desde el día cero las visualizaciones, los seguidores o la audiencia, te vas a frustrar enseguida. Porque vos subiste un video y no lo ve nadie. Subiste dos, no lo ve nadie. Subiste cinco y lo vieron cuatro gatos. Subiste 20 y lo vieron 20 gatos.
Lo bueno tarda en llegar. Obviamente que se puede acelerar, se puede acelerar en algunos casos con publicidad. Podés tener suerte y hacerlo viral o podés meter las barbas en remojo y aprender cómo acelerar estos resultados siguiendo las pautas de aquellas personas que ya lo lograron.
No digo que no haya caminos, pero por lo general no va a ser de un día para el otro. Y mucha gente lo mide mal porque pone foco en el resultado, en ese KPI, en esa métrica de seguidores, de visualizaciones, de tiempo de retención que no está mal. Pero está mal al principio.
El primer éxito es hacerlo
Suponte que vos abrís mañana tu canal o tu perfil en Instagram y empezás a subir Reels. El objetivo para mí, el primer éxito, es subir Reels. No es que lo vea mucha gente. Obvio que no lo estás subiendo al pedo. Porque para subirlo al pedo ni lo hagas.
Lo estás subiendo, como decíamos el otro día cuando di los ejemplos o los tips para grabarse. ¿Uno por qué graba? Bueno, porque puede hacerse conocido o puede llegar a tener más alcance, más visibilidad, que la gente te conozca, que confíen en vos, que te compren. Tu negocio puede resurgir, revitalizarse, mejorar o crecer gracias a que vos subas contenido y la gente lo mire y te conozca.
No medir solo el resultado final
Estamos de acuerdo. Ese es el objetivo final. Pero como no va a ocurrir de un día para el otro, vos no podés poner en primer lugar la métrica de seguidores o de alcance o de retención.
Obvio, son importantes y las tenés que mirar porque es la manera de poder darte cuenta si estás yendo o no hacia el objetivo que te marcaste. Pero previo a eso, tiene que haber algo fundamental y es la constancia. Seguir insistiendo hasta que lo logres.
Y la única manera de seguir insistiendo hasta que lo logres es que tu objetivo principal, tu éxito, el éxito que vas a salir a buscar desde el primer día, es hacerlo. Punto. Hacerlo.
El éxito está en el proceso, no en la balanza
¿Querés tener éxito en YouTube? Un video por semana. Un video por semana. ¿Cómo te vas a dar cuenta si estás logrando el éxito? Que subiste un video por semana. Punto. Es tan fácil como eso. Pero no por fácil y sencillo de entender, deja de ser profundo.
Esto es muy importante. Porque ya no te vas a centrar en el objetivo final, que igual tenés que tenerlo en cuenta. Sino que te vas a centrar en el proceso, en adquirir el hábito.
Imaginemos que vos querés bajar de peso. Vos no podés levantarte todos los días, o la primera semana principalmente, la segunda, la tercera, el primer mes, y pesarte. Ah, no bajé nada. Ah, bajé 10 gramos. Ah, tomé agua y los volví a subir. Te vas a desmoralizar. Te vas a frustrar. Vas a querer mandar todo a la mierda.
No. ¿Cuál es el éxito que te va a llevar a bajar de peso? Seguir con esos buenos hábitos. Imaginate que es a partir de una buena alimentación y ejercicio. Bueno, ¿cuál es el éxito? El éxito es caminar media hora todos los días. No es si bajaste o no bajaste de peso. Eso viene después. Eso viene con el tiempo.
Obvio, si caminas media hora y te comés, no sé, dos docenas de facturas… No. Milagros no pretendas, pero digo, si hacés las cosas medianamente bien, tenés que lograr los objetivos.
Enfocarse en lo que importa al principio
Lo que yo te estoy diciendo es que te centres en lo que importa al principio. Lo que importa es hacerlo, no el resultado. El resultado va a llegar después, pero nunca va a llegar si no lo hacés.
Esto te lo comentaba el otro día, creo que fue con los videos, no sé con qué otra cosa. Me parece que hubo dos episodios en los que hablé de algo muy parecido.
Volvamos al ejemplo de YouTube. Vas a subir un video, dos, tres, cuatro, cinco. No vas a tener éxito enseguida. O mejor dicho, sí lo vas a tener. Porque el éxito es subir un video hoy, un video mañana, un video pasado.
El éxito de la constancia, no del resultado inmediato
Yo lo dije con este podcast. Un año y un mes demoró en traerme mi primer cliente. Lógicamente yo hacía otras cosas. Tenía clientes de páginas web y de cosas que no tenían que ver con el podcast de diseño gráfico. Por eso pude aguantar.
Obvio, si vos no podés aguantar, deberás desplegar otra estrategia porque el tiempo no va a jugar a tu favor. En mi caso, como jugaba a mi favor, bueno, me pude permitir que demorase ese tiempo a entrarme en mis clientes.
Mi éxito fue no haber logrado el cliente. O mejor dicho, el objetivo que perseguía era eso. Transformarme en una voz de referencia, que la gente confiara en mí, que finalmente me contratara para los servicios en ese momento de diseño web y marketing, ahora solo de marketing.
Pero el éxito fue subir un episodio cada día, durante un año y un mes, sin que nadie me hubiera solicitado mis servicios. Vaya, si es un éxito, aguantar durante un mes subiendo episodio tras episodio, no sé, creo que fueron más de 200 porque son unos 20 y pico por mes.
El tiempo y la paciencia como claves del proceso
Entonces, a eso me refiero. Eso no va a pasar en tres días. Es como, no sé, la madre que dice, ay, quedé embarazada, lo quiero tener pasado mañana. No, tarda nueve meses. Puede tardar un poquito menos, puede tardar… Pero no pienses que vas a tener tu hijo en tres meses.
Lo mismo con los negocios. Lo mismo cuando éramos chicos. Cuando uno nace y sale al mundo, de a poco empieza a crecer, a desarrollarse, a adquirir habilidades. ¿Cuántos porrazos nos pegamos aprendiendo a caminar?
Y luego, un poquito más grandes, ¿cuántas piñas nos pegamos en la bicicleta aprendiendo a andar primero con las rueditas, luego sin las rueditas? Montones de golpes y de rodillas raspadas.
Y a alguien se le ocurriría decirle al hijo, ah, pelotudo, vos no caminés porque mirá, dos pasos y te caés. No, vos no viniste al mundo para caminar. Sí, flaco, vino al mundo a caminar, pero dale tiempo que aprenda.
Tiene dos meses, no sé, cinco años el pibe. Eh, loco, no sabés andar en bici. No, papá, tengo tres años. Recién nací hace poquito. Dejame que aprenda. Me da miedo. Me marea.
Ahora, si nosotros de niños y los niños que hay en el mundo van poquito a poco adquiriendo habilidades, progresando, ¿por qué somos tan duros con nosotros cuando somos grandes?
Porque somos hasta, te diría, tan estúpidos de pretender que de un día para el otro tenemos que resolver toda nuestra vida, tener el éxito, alcanzar los objetivos.
En parte es culpa de las redes sociales porque miramos a los demás y pareciera que a todo el mundo le va bien y todo el mundo es exitoso y que lo hace de un día para el otro.
Todos empezamos desde abajo
Cuando hice el episodio de aquellos puntos para perderle el miedo a salir en cámara, el último punto, uno de los últimos fue: metete a las redes sociales de la gente que hoy admirás.
Y di el ejemplo, no sé, de Vilma Nuñez y de Gary Vee, un montón de gente que crea contenido hace años. Sus primeros videos dejan mucho que desear.
Hay alguien de aquí a Argentina, Paula Luzzi, Luzzi Digital, que vende cursos, que tiene una comunidad enorme en Instagram. 300 o 400 mil seguidores, no sé, una locura.
Andate a su YouTube y mirá el primer video. En su habitación, con la cámara torcida, detrás de ella el placard. No tenía set, no tenía iluminación, no tenía nada, solamente un celular.
Pero empezó a hacerlo y hoy está donde está, gracias a seguir insistiendo, a ir mejorando, etc. Y todos vamos por el mismo camino.
Enfocarse en hacer, no en ser exitoso
Entonces, el éxito, por lo menos al principio, es hacer. No pretendas volverte millonario, ni ser un éxito en redes sociales, ni conseguir cantidad de clientes, ni siquiera hacerlo bien.
Enfocate en hacerlo.
Definí tu gran objetivo, obvio, para saber hacia dónde ir, pero dejalo en un segundo plano. No digo que lo ignores, pero que te centres en hacer, en caminar, en avanzar, en mejorar.
Lo importante es valorar el progreso. Luego, luego, llegará el momento de ponerte más específico con las métricas que realmente importan.
Volviendo a ese ejemplo de YouTube. Qué retención, qué visualizaciones, qué cantidad de gente que se suma a mi comunidad, comentarios, bueno, bueno, bueno. Pero eso llega después.
Cambiar el chip: el éxito es hacer
Entonces, si en definitiva, si solo te enfocás en el resultado final, podés terminar abandonando. Pero si te enfocás en hacer lo que tenés que hacer para llegar a ese resultado final y tomás eso como un éxito…
El éxito no es solo ser exitoso en Instagram. El éxito es hacer todo lo que tenés que hacer para llegar a hacerlo algún día.
Ese es el cambio de chip. Ese es el cambio de punto de vista. Eso es a lo que te invito en este episodio.
Por lo pronto, no tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana. Porque mañana nos volvemos a encontrar.
Eso sí, antes de irme, acordate:
Ponete en acción. Porque el tiempo no perdona.
Chau, chau. Y gracias por estar.
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