1643 Respondiendo a un oyente sobre mi estrategia de contenidos.

Hoy es miércoles 27 de noviembre de 2024, episodio 1643, y voy a responder a un comentario que recibí sobre el episodio del lunes, donde hablé de mi estrategia fallida de contenidos. Reflexionemos juntos sobre lo que sucede cuando nuestras ideas no funcionan como esperábamos y qué podemos aprender de estas experiencias.

Bienvenid@s a otro episodio.

Bienvenida y bienvenido a marketing para gente como uno.

Soy Carlos Malfatti, Consultor de Marketing y nos encontramos otra vez para hablar de Marketing, Emprendimiento, Redes Sociales, Contenidos, Publicidad y todo lo que tenés que saber para llegar a más personas, captar más clientes y vender más en internet.

¿Por qué compartir tus fracasos puede marcar la diferencia?

Hola, ¿cómo va? Hoy es miércoles 27 de noviembre de 2024, estamos en el episodio 1643 y vengo a responder a un oyente que me hizo un comentario con respecto al episodio del día lunes. En el episodio del día lunes yo hablé de mi estrategia de contenidos que no tuvo el resultado que yo esperaba.

Lo que llamó la atención a este oyente es cómo yo expuse las cosas tal cual eran, sin temor a que me critiquen, e incluso mostrando, no sé, vulnerabilidad o que las cosas no me habían funcionado. Y me voy hoy a ocupar de dar respuesta a él. También, ¿por qué no?, comentar esto en el podcast, porque independientemente de que se trata de algo de mis contenidos y algo de mi negocio, creo que también es útil para aquellas personas que tienen mucho temor de mostrar las cosas como son, en un contexto en el que pareciera que hay que ser siempre exitoso, hacer las cosas bien, tener una vida perfecta, y eso la verdad no es para nada real. Así que te aconsejo que te quedes.

El origen del comentario.

El oyente me escribió con un breve comentario sorprendiéndose de cómo yo, siendo consultor de marketing, vine a mi podcast a hablar de que me fue mal con los contenidos, cuando quizás no me convenía hacerlo. Me decía algo como: “¿Por qué contás esto si te dedicás al marketing?”.

Este comentario surgió a partir del episodio del lunes, que no me acuerdo exactamente cómo lo titulé, pero era algo así como “Mis contenidos: borrón y cuenta nueva”. Ahí conté que no había tenido el éxito que pensé que iba a tener. Durante años no creé contenido porque con el podcast me alcanzaba y me sobraba, pero luego de prometer, prometer, dije: “Bueno, me voy a poner a crear contenidos”.

Y como una de mis fortalezas es poder ponerme frente al micrófono y a la cámara y grabar durante, no sé, horas si fuera necesario, opté por grabar el podcast en video y tomar esos episodios, tomar quiero decir del video pequeños clips, y esos clips programarlos y publicarlos en las distintas redes sociales.

La mitad de la estrategia era cantidad, volumen, frecuencia. Hacer algo más sencillo para mí, como grabar un episodio completo, cortarlo en pedacitos y subirlo, en lugar de ponerme a pensar un guión, distintos encuadres de cámara, sonidos, efectos y transiciones.

¿Por qué decidí contar esto?

La verdad es que hay cosas que uno las tiene que hacer y las tiene que contar y las tiene que decir. Cuando arranqué este podcast, la idea de crear un podcast quizá no estaba tan nítida al momento de empezar, pero básicamente tenía que ver con, o mejor dicho, hoy lo veo de esta manera, compartir mi conocimiento, compartir mi experiencia y también las cosas que me pasan en la diaria con mis clientes e incluso conmigo mismo.

Hacerlo sin ningún tipo de temor, sin tapujos, sin que haya nada tabú. ¿Por qué? Porque me parece que hay que ser genuino. Estamos en un contexto y en un momento en el que pareciera que la norma, la regla, es mostrar éxito.

La presión de mostrar éxito.

Es un absurdo exitismo que llega a extremos que últimamente, en los últimos seis meses a un año, los contenidos son todos iguales. Éxito, dinero, autos lujosos, pisos, apartamentos en ciudades, que Dubai, que Miami, que 10k, que 5k, que gana 20k, que la verdad es tremendo.

Hay toda una movida que tiene que ver con que hay que mostrar éxito, que hay que mostrar que sos feliz, que tu vida es perfecta, que no te pelás con nadie, que sos políticamente correcto, que tenés una gran familia, que tenés un gran negocio. Por poco, no sé, que te tirás pedos sin olor. Y me parece la verdad que es triste.

Primero, porque no es real. Las personas reales de carne y hueso tomamos decisiones. Algunas decisiones nos acercan a los objetivos que nos planteamos en términos de negocio, por ejemplo, y otras decisiones pueden haber sido tomadas creyendo que íbamos a lograr determinado objetivo, pero luego el contexto o la situación hace que no alcances ese objetivo.

Podés llamarle fracaso, podés llamarle error de cálculo, podés llamarle una mala aplicación de la estrategia o del plan que habías concebido, pero es parte de la naturaleza humana, es parte del desarrollo personal y profesional, es parte de los negocios, es parte de la creación de contenido.

La importancia de aceptar los errores.

Y por eso hago este episodio. Que no quiero ir mucho más porque ya se hizo algo largo, porque tampoco vine aquí a hacer un episodio de autobombo. Pero me parece interesante comentar esto porque, en primer lugar, es mi podcast. En segundo lugar, es mi marca personal.

Yo quiero que vos, que me estás escuchando, tengas la seguridad de que yo acá te vengo a contar las cosas como son, en lo que tiene que ver con mi negocio. ¿Por qué no te voy a contar que planifiqué una estrategia en dos fases que era así, que después era asá, y al final no me salió?

Bueno, listo. Cosas que pasan. Y es normal que pase.

Conclusión: La vida no es perfecta, y está bien.

¿Sabés cuántas veces me equivoqué? ¿Sabés cuántas veces tomé decisiones que hoy diría, pucha, lo haría distinto? Y bueno, es la vida. Y está perfecto. Si escuchás este podcast, quiero que sepas que acá te cuento todo. Si me va bien, si me va mal, trato de contarte todo porque me parece valioso.

Primero, para que me conozcas. Segundo, para que sepas cómo es esto. Y tercero, para aliviarte el peso de sentir que no todo te sale bien. Nadie es infalible.

Amigas y amigos, todo lo bueno llega a su fin y este episodio no va a ser la excepción. Si te gustó, podés dejarme 5 estrellitas en Spotify y, por qué no, un comentario. Compartilo con alguien a quien le pueda servir. Por lo pronto, no tengo más que decir por hoy, pero sí por mañana. Nos vemos. ¡Chau, chau!

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